Déjame adivinar ¿has postergado el plan de crear un blog por miedo?
Si tu miedo tuviera voz, tal vez te diría:
- A la gente no le va a gustar
- Ya hay mucha competencia
- No sabes suficiente del tema
- Te entiendo, a mí también me pasó. Aquí hay algunas ideas que podrían ayudarte a dar el primer paso.
Comienza por tener muy claro cuál es el problema de tu cliente potencial para que tus publicaciones aborden soluciones que resuelvan sus dudas. Créeme, eso hará que tus seguidores se sientan comprendidos en relación a su situación. Cuando tú les compartes información de valor, detonas en ellos un sentimiento de agradecimiento y reciprocidad que hace que tarde o temprano en cuanto tengan oportunidad te compren.
Para aminorar el temor de que no les va a gustar o que ya hay mucha competencia, la solución es especializarte. No se trata de que lo que escribes les guste a todos, sólo al segmento de tus clientes potenciales. Y sí, ya hay mucha competencia pero, si eres auténtico, te aseguro que poco a poco irás encontrando a quienes te sigan porque tienes el valor de mostrarte genuino.
Brene Brown dice que la gente feliz posee una característica: coraje. Ese término viene del antiguo franco “corage” (coeur: corazón en francés actual) así que tener coraje es sinónimo de tener el valor de echar el corazón por delante al momento de escribir.
Crear un blog requiere que tengas la valentía de mostrarte vulnerable y que le bajes a tu nivel de perfeccionismo.
¿Sabías que un problema de los perfeccionistas es que postergan sus metas porque tienen miedo a no hacerlo suficientemente bien?
Más vale hecho que perfecto, así que probablemente tu primer artículo no será el mejor, pero lo importante es que ya habrás dado el primer paso. Tus seguidores te irán dando retroalimentación en torno a lo que consideran valioso de tus publicaciones y así poco a poco irás encontrando tu estilo.
Ahora revisemos el miedo a no saber suficiente del tema. Siendo realistas, siempre habrá alguien que sepa más que tú. Pero eso no significa que el nivel de conocimiento y experiencia que tú tienes no sea de valor para tus clientes potenciales.
Rubén Gallardo explica esto de una manera sencilla: “Esto se parece a cuando estabas en la primaria. Si estabas en cuarto año, tus conocimientos no serían suficientes para enseñar matemáticas a alguien de sexto. Pero si alguien de tercero te pide ayuda, tus conocimientos de matemáticas serán de gran valor para resolver su problema”.
El miedo a no saber suficiente también tiene que ver con el temor a la crítica. Aquí aparecen los famosos trolls o haters, que son personas que en el mundo online buscan provocar, ofender o empobrecer tus opiniones. Buscan provocar una respuesta emocional negativa en ti.
Ojo, no me refiero a un cliente enojado (en ese caso, valida su enojo, resuelve su problema y probablemente quedará satisfecho).