(Expansión) - El pasado 13 de febrero Donald Trump fue exonerado, luego de que enfrentara su segundo juicio político (es el único presidente de los Estados Unidos doblemente juzgado hasta ahora), acusado de incitar a la violencia. No se sostuvo el argumento de que había azuzado a sus seguidores, quienes irrumpieron en el Capitolio el 6 de enero, en protesta por el triunfo de Joe Biden, y cobraron la vida de 5 personas. Pero, si bien ha salido librado del escrutinio del Estado, el de la opinión pública queda aún por dictar sentencia.
Ya la empresa Twitter lo había expulsado de su plataforma, cuya cuenta @realDonaldTrump acumulaba más de 88 millones de seguidores. Esto debido a la polémica que suscitaron un par de tuits donde hacía un llamamiento a sus partidarios, “grandes patriotas que votaron por mí”, de alzar la voz y “ salvar a su país ”. Con la eliminación de esa cuenta personal, pero que usaba Trump también con fines propagandísticos, se desató un fuerte debate en torno a la incidencia de empresas tecnológicas en la política y su roce con la libertad de expresión.