A pesar de este reclamo, poco cambió. Hoy vemos al presidente Andrés Manuel López Obrador que con sonrisa socarrona se burla del llamado a romper el pacto patriarcal, se desvía por la tangente y habla del Pacto por México. Vemos al presidente de Morena , Mario Delgado, sentirse políticamente inmune al mantener la candidatura de Félix Salgado Macedonio, a pesar de las acusaciones de violencia sexual contra varias mujeres.
¿De qué sirve tener un Congreso o un gabinete paritario si las voces de las mujeres no se van a escuchar? Cientos de militantes y simpatizantes de Morena han pedido atender este caso, pero no parece ser relevante.
El contexto hostil para las mujeres no es exclusivo del ámbito político. Desde la perspectiva económica, en México la pandemia borró al menos una década de incrementos en la tasa de participación económica femenina. Más de cinco millones de mujeres perdieron su empleo entre marzo y abril de 2020. Con ello se quedaron sin los ingresos que les daban libertad económica.
Conforme pasaron los meses de 2020, en diciembre, el 73% de estas mujeres recuperó su empleo. Sin embargo, la posición de las trabajadoras es mucho más vulnerable que la de los hombres. En enero de 2021, casi 800,000 mujeres volvieron a perder su trabajo, lo que equivale al 21% de las mujeres que habían recuperado su empleo al cierre del año pasado.
Los hombres tampoco tuvieron buenas noticias laborales, pero solo el 2% de quienes habían recuperado su trabajo a diciembre 2020 lo perdió en enero.