En el reporte presentado en la semana, Banxico ajustó sus expectativas de crecimiento económico respecto a las que había presentado en el informe del 3er trimestre del año, con pronósticos más optimistas para 2021 y 2022. Para 2021, ajustó la estimación de 3.3% a 4.8%. Además, para 2022 la estimación también es más prometedora, con una tasa de 3.3% en vez del 2.6% esperado anteriormente.
A pesar de que el Banxico mejoró sus expectativas de crecimiento a la luz de la información económica completa para el cierre de 2020 (que mostró un mayor PIB al originalmente previsto), el crecimiento esperado para 2021 y 2022 -de cumplirse- sería aún insuficiente para recuperar los niveles de la economía observados en 2019, antes de la crisis, en los próximos 2 años.
De la mano de las estimaciones de crecimiento, Banxico también hace algunos pronósticos sobre empleo e inflación en el año. Respecto al empleo, estiman que este año se agreguen entre 250 y 570 mil trabajos asegurados ante el IMSS, con lo cual aún no se recuperarían los más de 647 mil puestos perdidos en 2020. Además, estiman que la inflación cierre el 2021 en un nivel de 3.6% anual -que se encuentra dentro del rango establecido como meta por Banxico, de 3% (+/-1%)-.
Las dos variables mencionadas afectan el poder de compra de las mexicanas y los mexicanos, aunque por diferentes caminos: por un lado, más empleos en la economía significan que más personas tendrán trabajos e ingresos laborales con los cuales cubrir las necesidades de sus familias y adquirir bienes y servicios.
Por otra parte, es importante que la inflación se mantenga dentro del rango y no sea demasiado alta, ya que un incremento demasiado repentino en los precios podría ocasionar que, aunque haya mayores ingresos, éstos alcancen para comprar cada vez menos cosas.