Publicidad
Publicidad

'¿Quién da más?' Teoría de subastas y los beneficios de sus aplicaciones

Los competidores son las empresas que buscan ganar la subasta ofreciendo un mayor precio por lo que se está ofertando, u ofreciendo proveer a los consumidores a un menor costo, señala Ángel Huerta.
mar 23 marzo 2021 11:59 PM

(Expansión) - Al margen de la eterna discusión sobre la definición de “economía”, hay cierto consenso en que su problema fundamental es la asignación eficiente de los recursos limitados.

Aunque se lea así de sencillo, no lo es. De hecho, detrás de esa definición hay una innumerable cantidad de contribuciones teóricas y matemáticas y un profundo debate intelectual de más de 200 años, que han evolucionado a medida que el modelaje de la realidad económica se torna más y más complejo, y que no es más que una consecuencia necesaria de la evolución de las sociedades y de la humanidad misma.

Publicidad

En otras palabras, las herramientas teóricas que se usaban para explicar los fenómenos económicos en 1950 ya no son suficientes para entender los de 2020.

Por lo anterior, han surgido nuevas áreas de la economía y otras se han modernizado para explicar la realidad económica e intentar seguir resolviendo el problema de la asignación; por ejemplo, la teoría de juegos, específicamente la de subastas, que consiste en el estudio de la estructura de los mercados de subasta, de sus actores, sus decisiones, y sus interacciones entre sí. El trabajo en esta área le valió a Paul Milgrom y Robert Wilson el Nobel de Economía en 2020.

Lejos de ser sólo un área más de la economía que se enseña en las universidades, la teoría de subastas tiene diferentes aplicaciones que generan beneficios tangibles a los consumidores.

Al pensar en una subasta nos viene a la mente la puja de una obra de arte que se termina vendiendo al mejor postor, entre varias personas que la desean. Aunque, naturalmente, hay diferencias importantes con las aplicaciones de la teoría de subastas, en esencia esa es la dinámica.

En esta teoría, el papel del vendedor usualmente lo juega el Estado, que -en vez de una obra de arte-, oferta licencias para la explotación de recursos naturales (como el espectro radioeléctrico o un campo petrolífero) o para la prestación de servicios, o incluso una fracción adicional o preferente de algún mercado, y, por último, los competidores son las empresas que buscan ganar la subasta ofreciendo un mayor precio por lo que se está ofertando, u ofreciendo proveer a los consumidores a un menor costo.

Existen dos aspectos sobre la información que disponen los competidores, que diferencian a las subastas de otros formatos de licitación:

a) cada uno de los oferentes conoce cuánto valoran ellos mismos el bien que intentan adquirir, pero no saben cuánto lo valoran los otros participantes, y

b) ninguno conoce el valor real del bien que se está ofertando. Estas condiciones de información limitada y asimétrica influyen en el comportamiento de los participantes, la cual podría revelar su postura respecto al bien ofertado, y eso podría ser aprovechado por el resto.

Por lo tanto, existen dos factores que determinarán la puja de cada participante durante la subasta: por un lado, el valor que ellos mismos le dan al bien, y el valor que creen que otros participantes le dan al bien, valor que, naturalmente desconocen.

Publicidad
¿En qué te afectan las tasas de interés negativas de los bancos centrales?

Lo anterior podría generar un escenario conocido como “la maldición del ganador”, en la que el participante ganador pudo haber sobreestimado el valor que creía que los otros participantes daban al bien, por temor a perder la subasta, y eso haberlo conducido a realizar una oferta mayor al valor real del bien, que se conoce después de declarar un ganador.

No es posible explicar en esta columna los detalles matemáticos de esta teoría, pero valdría la pena mencionar un par ejemplos exitosos de su aplicación.

Gracias a la mayor inversión y la mayor competencia que este formato ha permitido en el sector de las telecomunicaciones, los precios de los paquetes de internet en algunos países han tendido a disminuir, la calidad de los servicios ha mejorado y se ha desarrollado la tecnología 5G en algunos países asiáticos.

Antes de ser canceladas, las subastas de largo plazo del mercado eléctrico en México fortalecían al mercado y disminuían la probabilidad de apagones pues diversificaban el sistema eléctrico, además de abaratar las cuotas del consumo doméstico.

Por todo lo anterior, las subastas son una solución moderna para el eterno problema de la asignación de recursos.

Nota del editor: Ángel Huerta es analista económico de Grupo Financiero Bx+. Es economista y aprendiz de matemático. Le gustan los tacos, la música clásica, y las discusiones académicas sobre crecimiento económico y desarrollo social. Tuitea, luego existe en @aiihmonzalvo . Las opiniones expresadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

Publicidad

Newsletter

Únete a nuestra comunidad. Te mandaremos una selección de nuestras historias.

Publicidad

Publicidad