Para quienes pensaban que el gas natural sería el combustible de la transición, ese rol durará menos años de lo que se esperaba, ya que se requiere que su participación se reduzca 88%. Además, los ajustes estructurales podrán generar 25 millones de nuevos empleos netos vinculados a los nuevos sectores energéticos e industrias limpias.
¿Cómo tener éxito para alcanzar la meta?
Sólo se podrán reducir la demanda de combustibles fósiles si se deja de explotar carbón, petróleo y gas natural a partir de este año. Las necesidades económicas de estas fuentes de energía se podrán solventar con la expansión de electrificación, que alcanzará a cubrir la mitad de la demanda global de energía en 2050 a partir de renovables, principalmente.
Esto implicará duplicar las redes eléctricas durante dos décadas, algo que tomó 130 años lograr. Para asegurar la estabilidad de la red, se espera que el desarrollo de baterías necesarias esté listo cerca de 2030. Si bien aún se requerirá de hidrocarburos, esto será posible gracias a la captura y almacenamiento de sus emisiones.
Otro pilar de la descarbonización será el hidrógeno, principalmente derivado de energía renovable, el cual generará 20% de la electricidad global en 2050. Por otra parte, se requerirá de bioenergía nueva que no compita con el uso de tierra para producir alimentos y sirva de compensación de emisiones para sectores contaminantes, pero que no cuenten con la tecnología necesaria para descarbonizarse.
Con respecto al transporte, se espera que el parque vehicular se duplique hacia 2050. Dentro de 15 años podrían dejar de haber nuevas ventas de vehículos de combustión interna, los cuales serán desplazados por eléctricos. En el caso de transporte pesado, se tiene la expectativa de que el hidrógeno y el amoniaco sean su principal combustible limpio. Sin embargo, este sector, al igual que el de aviación y transporte marítimo, aún requiere de avances tecnológicos para su descarbonización absoluta.
Una medida adicional que se debe acelerar de inmediato es la eficiencia energética de edificios, de los cuales 85% tendrán que descarbonizarse en 2050. En contraste, el sector industrial será el que tardará más en descarbonizarse debido a que debe esperar el avance de electrificación y las innovaciones para dejar de depender de combustibles fósiles. Particularmente, las industrias de acero, cemento y química son las más relevantes debido a que representan 70% de las emisiones de carbono en el sector.