El término suena rimbombante, pero habla básicamente de cómo se toman decisiones en una empresa, quién las toma, a quién le avisa y de qué forma. El principal órgano relacionado con el Gobierno Corporativo es el Consejo de Administración o el Board en inglés.
Es un hecho que para un founder es más cómodo hacer lo que cree conveniente sin informar o avisar a nadie, pero el costo de crecer es generar contrapesos y tener discusiones sobre los temas relevantes de la organización.
Antes de entrarle al tema un par de conceptos que sirven para darle contexto a la conversación: transparencia y entre más simple mejor. Considerando esto, paso a las preguntas que más me hacen sobre Consejos Corporativos:
1. ¿A partir de cuándo lo necesita una startup? Cuanto antes mejor. Los consejos van evolucionando con la empresa, por lo que en una compañía muy joven que ha recibido ninguna o poca inversión generalmente son Consejos Consultivos que funcionan como un sounding board para el emprendedor, típicamente hay mentores que ayudan a tomar decisiones y en muchos de los casos ni siquiera se reúnen todos al mismo tiempo a menos que sea necesario.
Lo difícil para el Founder es no rodearse de fans. Lo que debe buscar son profesionales que lo reten y le hagan preguntas difíciles, que le ayuden a tomar decisiones sobre el rumbo de la startup. Por ejemplo: ¿qué mercados atacar?, ¿cuándo arrancar una ronda de inversión?, ¿cómo sé que mi producto funciona?, ¿qué tipo de talento tengo y necesito en la organización?, ¿cómo sé si como Founder hago bien las cosas?, ¿vendo mi negocio?
2. ¿Quién debe estar ahí? La respuesta a esta pregunta medio la contesté en la anterior pero esa misma pregunta evolucionará en el tiempo. En una etapa más avanzada del negocio, además de los mentores del emprendedor, seguramente algún inversionista buscará estar ahí. ¿Por qué? Pues para tener visibilidad y voz en las decisiones más relevantes para la empresa. Por lo mismo es importante balancear el número de consejeros.
En mi experiencia números pequeños e impares son mejores para tomar decisiones. Por ejemplo, si hay dos co-founders y ya levantaron dinero, el primer Board puede ser de tres y luego de cinco, en este último hay espacio para independientes que deben saber del mercado, del producto y de la industria y que traigan valor a la conversación.
La regla de NO FANS aplica también. La riqueza de las conversaciones viene de ser retado, no aplaudido. Aplica la historia del vestido del emperador. No vayan a andar desnudos y todo mundo chuleándoles el traje.