Una experiencia como la que vivimos destaca la importancia de prepararse para lo desconocido que pueda surgir en el futuro. Uno de los mecanismos que las empresas tienen a su alcance es la planeación de escenarios (scenario planning), en la cual se contemplen distintas alternativas en el corto y medio plazo sobre aspectos sociales, políticos, económicos, tecnológicos y regulatorios, que tengan incidencia directa en la dinámica competitiva del mercado en el que actúan las empresas.
Mediante la planeación de escenarios las empresas modelan situaciones futuras potenciales, lo que les permite anticipar situaciones de alta probabilidad y ajustar aspectos relevantes de sus modelos de negocio para adaptarlos a las condiciones de dichos escenarios. Asimismo, ayuda a asegurar que la propuesta de valor siga vigente en cada momento, y que esté acorde con las necesidades cambiantes del mercado y con las disrupciones tecnológicas.
A fin de mantener la relevancia del negocio ante lo desconocido, es también esencial convertir los puntos débiles en oportunidades. Para lograrlo las organizaciones necesitan comenzar a preguntarse ‘¿por qué no?’ con mayor frecuencia. Esto implica dejar atrás las creencias fuertemente arraigadas respecto a cómo se han hecho las cosas tradicionalmente. Es esencial que busquen formas de cuestionar las ortodoxias, romper paradigmas y abrir sus mentes cuando se trata de confrontar verdades incómodas.
En este sentido, hacer un análisis profundo de cómo las disrupciones y los cambios pueden afectar la dinámica competitiva de los mercados es fundamental en el proceso de planeación estratégica. De este modo es posible incorporar diferentes escenarios de futuro y formular hipótesis de cambios que podrían tener un impacto en el ecosistema empresarial.
Así, la planeación de los mismos se convierte en una herramienta útil dentro del proceso de planeación estratégica para preparar mejor a la empresa ante lo desconocido e incierto de un mundo que cambia cada vez más a mayor velocidad.
Sin duda, la incertidumbre del futuro y los eventos desconocidos que traen consigo, implican una mayor sofisticación de los esfuerzos de planeación, incorporando modelos analíticos predictivos avanzados que permitan anticipar situaciones futuras de alta probabilidad de ocurrencia.
La disrupción que provocó la pandemia, y sus efectos secundarios, aportaron lecciones valiosas a las empresas para enfrentar y superar al propio fenómeno y sus implicaciones, y sacarles el máximo provecho para mantener y potenciar la relevancia de su negocio.
Nota del editor: Fernando López es Socio de Líder de Strategy & M&A en Consultoría, Deloitte México. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.
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