Hace un par de años, en uno de aquellos desayunos de empresarios y diplomáticos en esos idénticos salones de hoteles de lujo, la que escribe escuchó a un diputado del PRD decir, en perfecto inglés: “If we are where we are, it is because you haven’t made your point.” Traduzco “Si estamos donde estamos, es porque ustedes no han sido convincentes.” Al referirse a ustedes, este diputado se refería a la tecnocracia y a los grupos empresariales que repiten estos magnos conceptos y que al presidente, y a sus tomadores de decisión, no le dicen nada.
Si en términos relativos AMLO ha mantenido su bono democrático es porque le habla a la gente en su idioma. Así, tal vez podríamos intentar comunicarnos con él en el suyo para hacernos entender. O, por lo menos, hablarle de las cosas que le importan, o al menos que él dice que le importan.
Los pobres. Andrés Manuel dice que es el líder de los pobres, que es su voz nunca escuchada. Por esta razón, ahora anuncia una gasera para su bienestar. Nada sorprende la noticia porque el GLP, en particular, está como lumbre y es el combustible malo del pueblo bueno.
Al decir “malo” nos referimos a que este energético ha estado en manos de grupos empresariales muy difíciles y frecuentemente irresponsables, en términos de seguridad, salud, medioambiente y honestidad comercial. Tanto las pipas que transitan por la ciudad, en calles estrechas, pobladas y con baches, pueden ser peligrosas si no letales.
Y de los “cilindros” ni hablemos. Es muy escaso el control y manejo de los mismos; así que, en particular en lugares humildes, si esquilman a su gente, o causan una tragedia, es al menos muy difícil hacerlos responsables.