Por lo anterior y como premisa de vida, brindar algunos tipos de seguridad para el resguardo de la integridad digital de los menores me ha empujado a escribir esta columna.
Existen diversos peligros ante los que los nuestros menores pueden verse inmersos, debemos quitarnos la errónea idea de que por el hecho de estar detrás de un dispositivo estamos seguros y no nos pasaría nada en el mundo real; la realidad es otra y debemos hacer hincapié en que todo acto cometido en internet y/o por medios tecnológicos tiene consecuencias tangibles.
Detrás de un perfil de cualquier red social puede estarse escondiendo un pederasta al acecho de los menores, un secuestrador que caza víctimas potenciales o cualquier delincuente que mira como herramienta de contacto a las tecnologías.
El lograr acceso en remoto a un equipo es simple, un atacante con experiencia solo espera unos cuantos clics de la víctima para poder ingresar, por ello es que tapar las cámaras web cuando no se estén usando debe convertirse en un acto cotidiano, basta con un post-it, las imágenes de menores en varios sitios de internet son un negocio lucrativo.
Contar son soluciones de control parental es una de las mejores herramientas para padres de familia, así monitorear la conexión, los sitios, actividad de los menores detrás de un dispositivo es más simple.
Verificar siempre qué están haciendo, con quién están hablando, nos ahorrará ser víctima de muchos delitos; recordemos que el grooming es la antesala de la trata de personas, por ello saber con quiénes interactúan se convierte en un factor preventivo.
Muchas madres y padres orgullosos suben contenidos multimedia como fotos y videos de los primeros días de escuela de sus menores, sin pensar en que la exposición es mayor aunque tengan filtros de privacidad, pues basta con que alguien comparta esa foto a una persona mal intencionada y así lograr identificar cosas que delataría la misma imagen, como el escudo de la escuela o el nombre, con ello le hemos dado al delincuente nuestra ubicación, en posibles horarios fuera de casa para el traslado de los menores, o simplemente dejarles ver en qué momento están presentes en clases online para que irrumpan en el domicilio.