A pesar de esto, seguimos subestimando la importancia de desarrollar líderes y equipos más resilientes y con mayor inteligencia emocional para controlar los efectos del estrés producto de la situación actual que aún vivimos, pues ahora hay nuevas exigencias laborales, como aprender a gestionar equipos a distancia, comunicarnos vía remota, las cuales sin duda son situaciones que nos han llevado a exigirnos más, además de dejar de interactuar presencialmente con los compañeros, pares y jefes, así como muchos otros tantos cambios que realmente han sido drásticos para todos durante la pandemia.
Ante esto quiero preguntarte, ¿has trabajado en el desarrollo de tu resiliencia y aplicado técnicas para mejorar tu inteligencia emocional y sobrellevar el estrés en la nueva normalidad?
Hemos normalizado tanto el estrés en el trabajo que por años dejamos crecer un gran problema que hoy tiene graves repercusiones en la sociedad y en nuestras empresas; no por nada, diferentes organismos internacionales han catalogado el estrés laboral como la epidemia del siglo XXI, y tan solo en el país está afectando a 75% de los mexicanos, un índice que supera a países como China, de acuerdo con datos del Instituto Mexicano del Seguro Social.
A esto debemos sumarle los efectos que ha dejado la pandemia y como líderes debemos ser conscientes de las consecuencias que nos está dejando el estrés, no solo en el ámbito de la salud, sino también en temas de productividad.
Cuando una persona está constantemente estresada puede presentar graves problemas de salud, como músculos contraídos, dolor de cabeza, problemas de espalda, fatiga, infecciones, aumento de la presión sanguínea, agotamiento, problemas cardiovasculares, depresión y ansiedad.
Esto sin duda, afecta en el desempeño de las compañías, pues un colaborador con estos síntomas tendrá más problemas para concentrarse, se ausentará frecuentemente porque está más propenso a enfermarse y por lo tanto la calidad de su trabajo se verá comprometida.
También desde hace mucho tiempo se creó el estereotipo de que ponerse la camiseta en una compañía es sinónimo de sobrecarga de trabajo y largas jornadas laborales. La realidad es que todo esto trae agotamiento físico, desmotivación y un impacto económico muy severo; en Estados Unidos, por ejemplo, a las empresas les cuesta más de 300,000 millones de dólares al año el ausentismo y bajo desempeño, asociado con el estrés laboral de acuerdo con la Asociación Estadounidense de Psicología.