Sin embargo, también hay otras alertas que han surgido para hacer frente a aspectos sociales y económicos, como, la pobreza, educación, alimentación, el consumo responsable y, la salud, así como otros aspectos que tienen un impacto profundo en la humanidad y en el planeta. Alarmas que nos llaman a tomar acciones inmediatas al respecto.
Y como ante cualquier situación, la información es poder. La data ya recopilada sobre estas problemáticas sociales, ambientales, y económicas del por qué y cómo se desarrollan es muy amplia y no sería tan simple de analizar y procesar si no fuera por las tecnologías de la información (TI) y que estas, a su vez, sean accesibles para cualquier persona que quiera conocer más del tema.
Un ejemplo de ello, son las TI que trabajan con los fenómenos naturales. Hace tiempo estas palabras no habrían tenido cabida. Me explico.
El acceso a este acervo y la inmediatez actual que permiten que la sociedad esté enterada de la información generada por expertos, va de la mano de las TI y de herramientas que facilitan el conocimiento de la responsabilidad que tenemos como ciudadanos y de las repercusiones de nuestras acciones en el mundo en el que vivimos.
Así es posible plantear soluciones para contribuir a mejorar las condiciones de nuestro mundo actual, preservar los recursos con los que contamos y dejar algo mejor para las próximas generaciones.
En este sentido, el organismo especializado de la ONU encargado de regular las telecomunicaciones destaca en sus informes que mejorar el mundo es una prioridad, alineada a los ODS, para el sector tecnológico .
Esta facilidad de acceso a la información repercute también en la educación. Ejemplo de ello es que no importa dónde te encuentres, hoy con un teléfono inteligente podemos tener acceso a profesores, universidades, investigaciones y tesis de todo el mundo; esto, gracias a la transformación digital y evolución de las TI, que hoy más que nunca rompen brechas digitales y construyen oportunidades cada vez más incluyentes.