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Que la Nación (no) me lo demande. AMLO y la Norma Suprema

Nada le será más dulce al presidente que, por la mala fe de otros, no pudo salvar a Pemex y a CFE, considera Miriam Grunstein.
jue 02 diciembre 2021 05:55 AM

(Expansión) - A Andrés Manuel López Obrador no le gusta ser demandado, pero tampoco le gusta la Constitución vigente, al menos en su capítulo energético. Irónicamente, él mismo se ha puesto en banquillo de los demandados.

Primero emitió un acuerdo contra las energías renovables que recibió la pamba de los amparos. Luego, dolido de la paliza, salió con una reforma a la Ley de la Industria Eléctrica que, de nuevo, acabó en tribunales.

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Aunque en ambos casos (el acuerdo y la Ley) aún no hay sentencias definitivas, el alud de suspensiones empantanaron su maroma normativa. Por ahora, las pataletas jurídicas de AMLO solo han tenido a bien financiar las colegiaturas de los hijos tarados en el ITAM de los abogados que litigan.

Porque lo demandan, nuestro primer mandatario presentó una reforma a la Carta Magna. De ser aprobada, no habría juicios de amparo, pues no hay tal cosa como una norma constitucional que sea inconstitucional. Ni aquí ni en Constantinopla, un artículo constitucional se puede desconstitucionalizar.

Eso lo sabe Manuel Bartlett, quien ha escrito tomos sobre nuestra máxima norma. Su padre fue ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y algo le debe haber enseñado. Si no, se ve que es un abogado al menos competente. La que escribe sospecha que la mente jurídica de este sexenio sabe que su artillería jurídica dispara balas de salva.

Son escandalosas, arrancan las carreras a tribunales y el gobierno siempre se queda atrás. En cambio, ¿qué noción tendrá Andrés Manuel del derecho que lo usó por tres años para perder? Hay quienes piensan que ninguna; que tanto traspié solo podría obedecer a una profunda tara jurídica.

Una hipótesis más interesante es que López Obrador busca pleitos a sabiendas de que va a perder, pues no puede ni quiere pagar los costos de semejante cambio de reglas. De ser así, más que un presidente, tenemos un fanático forrado de explosivos de juguete. Quiere parecer el mártir de la causa de CFE y Pemex, pero le faltan agallas para dar un salto eterno donde San Pedro le entregará las llaves de La Refinería Celestial.

Tic, toc, tic, toc. Pasaron tres años y el presidente no tomó ventaja del mando estratégico que le hubiera permitido el cambio normativo anhelado. Ahora su reforma constitucional está atascada y el país con ella. Habrá parlamento abierto ante muchas mentes cerradas. Y, después de eso, nuestro consejo de sabios se retirará a deliberar y a urdir trueques de un articulillo por ahí a cambio de otro por allá. Los resultados de semejante transacción política son temibles.

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Eso no tendría que haber ocurrido si AMLO hubiera presentado esta iniciativa durante la primera mitad de su mandato, cuando hubiera pasado con aceite por la Cámaras. Pero –¡caracoles!-- hubiera tenido que hacerse responsable de las consecuencias y asumir los costos que pintan incalculables. Y si las demandas no le gustan al presidente, menos aún le place asumir la responsabilidad de sus actos.

Perdida la mayoría calificada en el Congreso, si la reforma no pasa, Andrés Manuel podrá degustar las mieles de echar culpas. Nada le será más dulce al presidente que, por la mala fe de otros, no pudo salvar a Pemex y a CFE. Si no recuperamos la soberanía energética, que la Nación demande a los que se opusieron a su reforma.

Nota del editor: Miriam Grunstein es profesora e investigadora de la Universidad ORT México y es académica asociada al Centro México de Rice University. También ha sido profesora externa del Centro de Investigación y Docencia Económicas y coordinadora del programa de Capacitación al Gobierno Federal en materia de Hidrocarburos que imparte la Universidad de Texas en Austin. Hoy es socia fundadora de Brilliant Energy Consulting y dirige el blog Energeeks. Síguela en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente a la autora.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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