Para visualizar dicho potencial es importante recalcar una cifra relevante: 7% del PIB en México es aportado por la industria creativa (un porcentaje incluso superior al registrado por la industria automotriz). Agencias, despachos, firmas de diseño y diseñadores autónomos forman parte de las filas de este sector. Empresas de diseño publicitario, industrial, textil, audiovisual, editorial, son algunos de los jugadores de esta poderosa industria.
Con tanto potencial creativo, desarrollar la industria creativa es necesario e indispensable en nuestro país. Invertir en potenciar este sector ayudará a crear más fuentes de empleo, más calidad en productos y servicios. Más industria creativa significa más registros de propiedad intelectual e industrial, factores de competitividad empresarial.
Entre las ventajas que presenta esta industria se encuentran:
-Es uno de los sectores más democratizados, ya que la inversión es más accesible que otros negocios y los rendimientos están por encima del 30% anual. Sus barreras de entrada son menores.
-Los servicios creativos, en su mayoría intangibles, pueden prestarse a una cantidad escalable de clientes en diversas partes del país y del mundo. Sin que esto represente un costo extra en logística de entrega o costos de importación.
-No existen acaparadores, es decir, el mercado se distribuye entre las empresas, generando una derrama económica para todos los competidores.
-La reciente pandemia significó un incremento en la solicitud de servicios creativos digitales en diversos sectores empresariales. Mayor necesidad de exposición digital significa también mayor necesidad de soluciones creativas digitales.
Sin embargo, aún existe un reto importante: Necesitamos más empresarios con visión de crecimiento.
Actualmente, son muchos los jugadores independientes, pequeños y con poco desarrollo que conforman este sector. La ola de desempleo que provocó la pandemia orilló a emprendedores sin formación en el sector a auto emplearse como prestadores de servicios creativos digitales, generando competencia de precios y el surgimiento de agencias creativas informales.
Varios emprendedores creativos, ante la falta de formación empresarial y vinculación, forman parte de la estadística general en la que 7.5 de cada 10 empresas cierra la cortina antes del tercer año.