Pero las películas no dan detalles administrativos. Quedan para la imaginación y el entretenimiento personal cómo se habrían firmado los documentos de quiebra, fusión y otros de dichas corporaciones. ¿Se hicieron a distancia desde las colonias fuera de la Tierra que se mencionan en Blade Runner? ¿O desde las naves exploradoras como USCSS Prometheus?
Covalto, Tangelo y GS1 suenan a nombres de empresas de películas de ciencia ficción, pero son reales y operan hoy. Las dos primeras son fintech y la tercera es una organización muy tech a su manera. Las tres tienen en común el uso de herramientas que muchos creen que se usarán en el futuro, aunque al parecer serán de uso cotidiano más pronto que tarde: la firma electrónica y sus plataformas, en este caso Firmamex.
Covalto se presenta como “el banco del futuro, hoy” y se enfoca en productos financieros para empresas pequeñas y medianas. Busca ofrecerlos de la manera más ágil y fácil posible. Analizó todo su proceso para hacerlo más automático y escalable, lo que la llevó a digitalizar sus documentos.
El equipo legal de Covalto se familiarizó con la regulación sobre firmas electrónicas y capacitó al equipo comercial. Hoy sus clientes no necesitan desplazarse, pueden hacer solicitudes y firmar desde cualquier lugar. Su gestión documental está almacenada de manera digital y no se requiere bodega para guardar cientos de cajas con papeles.
Ariel Lupa, vicepresidente legal de Covalto, aseguró en entrevista que incluso se han ejecutado pagarés electrónicos firmados con Firmamex y hay casos de éxito en los cuales tribunales han autorizado mecanismos precautorios usando documentos suscritos de la misma manera.
Tangelo otorga financiamiento a la medida a empresas. Luego de superar varios retos: resistencias al cambio, miedos, capacitación a diversas áreas, revisiones y validaciones legales, avanzaron en la implementación de la firma digital en sus procesos.
Elizabeth Ortiz, gerente del área jurídica de Tangelo, expuso que el equipo comercial ya no necesita desplazarse para recabar firmas de clientes. El uso de Firmamex es sencillo y permite definir quién, cómo y dónde firma el documento y está la seguridad de usar medios de validación de identidad.
Todo esto gracias a que hay una regulación y ofrece certidumbre a los usuarios de las plataformas, aclaró Ortiz.
GS1 tiene más de 30 años en México asignando códigos de barras a productos e impulsa el comercio electrónico al ayudar a negocios a crecer y mejorar su eficiencia, seguridad y sostenibilidad. Por la pandemia sus asociados no podían trasladarse para firmar contratos; más de 26,000 asociados, 80% pequeñas y medianas y 20% grandes empresas.
Decidió usar Firmamex tras evaluar diferentes plataformas. El uso de firmas electrónicas permitió a GS1 implementar otro proyecto: la biblioteca digital, que cuenta con medidas de seguridad para evitar vulnerabilidades a contratos y órdenes de compra celebrados con colaboradores y proveedores.