Ante la suspensión “temporal” surgen de verdad preocupaciones, en donde el trasfondo no es claro, pero se deja ver entrelíneas y actos el hecho de que la plataforma brindaba una enorme cantidad de información, la cual se convirtió en un obstáculo para la administración actual. Con la suspensión solamente se logrará ofuscar la información y que existan muchos procesos directos de compra con fondos públicos, los cuales podrían no ser reportados, beneficiando al círculo cercano de la familia presidencial y sus amigos.
No se tiene un dictamen técnico emitido con claridad y a profundidad de las fallas y mecanismos a implementar durante la suspensión de CompraNet, lo cual deja más dudas. La simple justificación de “fallas técnicas” es muy ambigua y de manera personal afirmo que no se ha tenido un ciberataque mayor cuya precedencia dejara afectaciones notorias.
Recordemos hace meses los golpes al INAI a raíz de las rabietas hechas en las charlas mañaneras, sin duda quedó en claro el antecedente de que la transparencia estorba a los intereses personales de algunos personajes políticos. No es de extrañarnos el tema de CompraNet con un mal pretexto y sin justificación clara.
Miles de contratos en estos días han tenido una afectación directa y las alternativas de continuar el proceso de manera física nos llevarán a un retroceso claro, una ineficacia y lentitud de operación.
Surge un par de preguntas: ¿cómo se gasta el dinero el gobierno? y ¿a quiénes les comprará? No nos resta más que ser observadores de las (otra vez) acciones contra la transparencia para beneficiar a los cercanos y exigir al menos nuestro derecho a la información y la claridad inherente.