Varias leyes y normativas en la actualidad exigen la ejecución de acciones encaminadas a proteger la salud y seguridad de los empleados, promover su bienestar y generar ambientes de trabajo saludables, sin embargo, el esfuerzo va más allá del mero cumplimiento regulatorio y lleva a los empleadores a poner a sus colaboradores en el centro de la organización y a salvaguardar genuinamente su salud, seguridad y bienestar.
Invertir inteligentemente en el bienestar de los empleados puede conducir a una mayor resiliencia, un mayor compromiso, una reducción en el ausentismo por enfermedad o accidentes, un mejor clima laboral, así como un mejor rendimiento y productividad.
Sin embargo, gran parte de las iniciativas no logran su máximo potencial al estar aisladas o desalineadas a la estrategia del negocio, razón por la cual, las estrategias de salud y bienestar deben estar integradas como componente medular de la cultura, el liderazgo y gestión del capital humano dentro de la organización.
Hoy, el bienestar de los empleados se ha expandido más allá del bienestar físico para enfocarse en construir una cultura de bienestar holístico, diverso e inclusivo que incluye el bienestar tanto físico, como emocional, financiero y social en donde precisamente se centra la idea de transitar del tradicional “Wellness” hacia la visión integral del “Wellbeing”.
Estudios llevados a cabo por Mercer Marsh Beneficios demuestran que el deseo de los empleados por trabajar para organizaciones cuyos valores se alineen con los suyos será un criterio importante en la selección de un nuevo empleador, los nuevos colaboradores esperan que su empresa se involucre activamente y genuinamente en su desarrollo profesional pero, hoy más que nunca, en su bienestar integral.
En un estudio más reciente, “People Risk”, el 79% de los encuestados estuvo de acuerdo o muy de acuerdo en que la salud y la seguridad de los empleados representa una seria amenaza para el negocio, lo cual pone en el centro de las agendas la necesidad de actuar anticipadamente, reconociendo de forma oportuna, controlando y evaluando los riesgos para la salud de los colaboradores dentro de su estrategia integral de gestión de riesgos.