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Las nuevas reglas del mercado laboral

Si bien casi nadie mayor de 40 años cambiaría la decisión de ir a la oficina porque hay almuerzo gratis, a una persona de 20 a 25 años al parecer lo hace sin dificultad, señala José Alberto Parra.
jue 25 agosto 2022 12:00 AM
Retrato de una chica usando su computadora portátil en casa
El verdadero impacto de la tecnología del trabajo remoto y de la afectación emocional y económica de la pandemia está todavía gestándose, considera José Alberto Parra García.

(Expansión) - Mucho se ha hablado del impacto del trabajo remoto en la productividad y retención de empleados, sin embargo temas en mi opinión muy relevantes como el engagement o compromiso laboral y las nuevas reglas del mercado laboral han sido menos discutidos.

Un informe reciente de Gallup indica que el nivel de compromiso laboral comparado con 2019 bajó considerablemente en el último año: 31% en personas nacidas hasta 1989 y un dramático 54% en menores de 26 años.

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A mi parecer, este último dato no debería de sorprender, ya que estos jóvenes llegaron al mundo laboral durante la pandemia en la que, a causa del trabajo remoto, no solo la línea entre la vida personal y la laboral fue más difusa sino que la interacción en el espacio laboral fue interrumpida.

Basta entrar a Tik Tok y buscar “quiet quitting” (renuncia silenciosa) para ver la dimensión de esta tendencia y entender lo que está ocurriendo en este grupo de edad en donde se jactan de no comprometerse con la empreas y de trabajar bajo la ley del mínimo esfuerzo, bajo el argumento de no caer en el “burn out” que tanto daña a otras generaciones.

Pero atención, estas nuevas reglas de la cultura laboral no sólo impacta a los niveles junior de las empresas; los puestos directivos que en el mundo pre-pandémico tenían como ventaja directa del seniority no trabajar los viernes o trabajar de forma remota, mientras los rangos medios estaban atados a sus escritorios de 9 a 6, son hoy los que se encuentran atados a sus oficinas.

Mediante el ejemplo, incentivan a que sus equipos acudan presencialmente a trabajar mientras los niveles medios son los que estan fuera o los que como mínimo se sienten con el derecho de trabajar desde donde quieran.

Este contexto ha llevado a algunas empresas en ciudades como Nueva York a “sobornar” con aparentes buenos resultados a sus empleados, reembolsándoles el almuerzo de aquellos días en los que acuden a la oficina e incluso ofreciendo catering in-situ con menús cada vez más sofisticados.

Si bien puedo asumir que casi nadie mayor de 40 años cambiaría la decisión de ir a la oficina porque hay almuerzo gratis, a una persona de 20 a 25 años al parecer lo hace sin dificultad.

En cuanto al mercado de las contrataciones, a raíz de la reciente baja en la actividad económica, la mayor parte de las empresas no solo han disminuido sus esfuerzos de reclutamiento sino que, incluso en mercados como Estados Unidos, se está incrementando de forma importante el hecho de que aún con ofertas laborales enviadas y aceptadas por los candidatos, las empresas decidan cerrar las vacantes.

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Los expertos coinciden en que eliminar vacantes cuando la oferta laboral está hecha, más allá del daño en la reputación de la empresa y en el individuo que se queda varado, es signo inequívoco de que la compañía tiene problemas de supervivencia.

Aún considerando que la ley laboral en ese país sea mucho más flexible y permita que incluso con contratos firmados una empresa no tenga mayor riesgo, si decide finalmente no contratar al candidato, en mi opinión lo importante es darnos cuenta de que todas estas nuevas reglas del mercado laboral confirman que el verdadero impacto de la tecnología del trabajo remoto y de la afectación emocional y económica de la pandemia está todavía gestándose, y que no sabremos el alcance de sus consecuencias hasta dentro de unos años.

Nota del editor: José Alberto Parra García es Director de Estrategia Digital para USA y LATAM en Grupo Planeta; previamente formó parte de los equipos de Storytel, Apple y Amazon plataformas líderes en entretenimiento digital. Ha sido profesor en la Universidad Anáhuac e ITESM y es graduado del IE Business School del programa Master in Positive Psychology, Leadership and Strategy. Dirige el podcast Budistas en Calzones . Síguelo en LinkedIn y en @pepeparragarcia. Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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