Desde abril pasado, mes con mes se registran altos niveles de inflación, por encima de 8%. Y aunque los analistas aún no se ponen de acuerdo sobre el rumbo de la economía, entre que si son peras o manzanas, lo cierto es que al menos lo que resta de 2022 se perfila para seguir siendo un año complicado.
Este tipo de presión inflacionaria muy rápido afecta el bolsillo de una persona o familia y también a sus expectativas y posibilidades de ahorro en el mediano plazo. Si el dinero con el que se cuenta rinde menos, pues se vuelve mucho más complicado que se pueda destinar cierta cantidad fija a una cuenta de banco, al pago de deudas o incluso a una inversión pequeña.
Inversiones alternativas
Y a todo esto, ¿es posible ahorrar sin perder el valor del dinero en 2022? La situación es demasiado laberíntica como para tener una respuesta directa, favorable y honesta en estos momentos. Sin embargo, algo que sí se puede hacer es tratar de encontrar estrategias de prevención de riesgos, considerando que es probable que la crisis comience a sentirse menos en los próximos meses. En Estados Unidos, por ejemplo, ya hubo un primer decrecimiento de tasa de inflación entre junio y julio, de 9.1% a 8.6%.
Una de las inversiones más sólidas de corto plazo para una persona que quiere ganarle a la inflación en México es poner su dinero en Certificados de la Tesorería de la Federación, mejor conocidos como Cetes. Actualmente su rendimiento es de 9.79% y si bien no alcanza los niveles de presión externos actuales, sí son una mucha mejor opción que nada más tener el dinero guardado y depreciándose.
En momentos de complejidad económica es recomendable (siempre y cuando no se necesite el dinero en el futuro inmediato) invertir en activos alternativos: desde los bienes raíces hasta metales preciosos, e incluso en mercados bursátiles, con miras a que el dinero trabaje para redituar eventualmente, más allá de los meses (o años) de crisis.