Su idea es generar fuertes lazos vecinales para una generación que tiene la idea de que es imposible comprar una casa en un tiempo donde la pandemia transformó el trabajo y los jóvenes ya no tienen que mudarse a una nueva ciudad después de encontrar un empleo.
Desde inicios de 2020, pequeñas compañías ligadas a Neumann han adquirido más de 4,000 apartamentos con características como: albercas con agua salada, un servicio especial de colección de basura, parques privados para pasear a los perros, áreas de arte para el disfrute de los vecinos y cine al aire libre.
El retorno de Neumman se encuentra respaldado por Marc Andreessen, uno de los inversionistas más importantes de Silicon Valley, quien ha apostado por la nueva compañía una inversión de 350 millones de dólares y que comenzará a operar a inicios del próximo año, aunque su presencia más visible es un sitio web de una sola página con un logotipo en colores pastel y las palabras "coming 2023". Andreessen reconoce que se trata de "una carga pesada", pero acepta que el tamaño de su ambición es lo que le atrajo.
El punto es que la inversión supone, en un año, la segunda muestra de apoyo de Andreessen a una empresa fundada por Neumann: la primera fue por 70 millones de dólares en una plataforma de créditos de carbono y, curiosamente, la publicación del blog de Andreessen llama a esta nueva inversión la "primera empresa de Neumann”.
La noticia del nuevo financiamiento a Neumann ha generado sentires sobre la desigualdad en el financiamiento de empresas, especialmente cuando las cifras de recaudación de fondos de este año destacan la disparidad continua en las inversiones hacia empresas cuyos emprendedores son mujeres o proceden de comunidades subrepresentadas.
Asimismo, la operación ha suscitado diversas opiniones entre los inversionistas en fase inicial, cuyo trabajo consiste en respaldar a los emprendedores atípicos con grandes posibilidades de éxito. Algunos dicen que este es el punto exacto de la clase de activos de riesgo - respaldar a los emprendedores audaces - mientras que otros señalan que la segunda oportunidad de Neumann llega cuando las mujeres y los emprendedores afroamericanos y latinos luchan más que nunca para obtener capital inicial.
Kate Brodock, CEO de un fondo de apoyo al emprendimiento calificó el acuerdo entre Andreessen y Neumman de "asqueroso": " Es como si alguien se despertara y dijera: ¿cuántas casillas puedo marcar que sólo nos hacen retroceder?".
Allison Byers, fundadora de una plataforma que apoya la diversificación de las startups, describió sentir una rabia apagada: "Hay un trasfondo de aceptación y casi de impotencia aprendida. Todo esto parece nuevo y horrendo para aquellos que han abierto los ojos a los problemas sistémicos del financiamiento de Capital de Riesgo en los últimos dos años, pero hemos estado lidiando con esto desde siempre".
Charlie O’Donnell, fundador y socio general de otro emprendimiento opina que “Le dan crédito a Adam por construir una gran comunidad coworking, aunque esta siempre fue conocida por ser un lugar de trabajo poco inspirador. Aceptan una cierta reputación que realmente no tiene nada detrás más que las propias fanfarronadas de Adam”. Asimismo, se declaró escéptico en cuanto a que el nuevo negocio pueda abordar de manera significativa los problemas con la vivienda.
Varios inversionistas dijeron que dicho financiamiento reflejaba los prejuicios de la industria contra los emprendedores de minorías: en tanto Neumann recauda cientos de millones de dólares para sus startups a pesar de los problemas por su liderazgo, muchos emprendedores subrepresentados luchan por atraer pequeños fondos.