Como sabemos, el futuro del trabajo es híbrido, pues cada vez más colaboradores buscan este tipo de beneficios asociados al salario emocional, sobre todo las generaciones más jóvenes, quienes consideran este aspecto previo a aceptar una oferta de trabajo por encima, incluso, de la compensación económica.
Asimismo, una vez que las empresas han identificado que se puede trabajar bajo esquemas de gestión de equipos híbridos, quedó claro que los aspectos positivos y no tanto, de esta nueva forma de trabajar, tienen una relación directa con la calidad de vida de los colaboradores; por ejemplo, sabemos que un modelo de trabajo híbrido ayuda a reducir los tiempos de traslado y la posibilidad de organizar una jornada de forma más productiva, pero aún existe la complejidad de separar la vida personal de la laboral cuando se está en home office.
No se puede hablar de modelos de trabajo híbridos y bienestar sin analizar la relación que tiene con los factores de estrés laboral, siendo éste uno de los grandes problemas con el que empresas y trabajadores lidian desde hace tiempo, además de que su aumento a nivel mundial es alarmante; tan sólo en México, 75% de las personas laboralmente activas padece estrés, de acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Para entenderlo mejor primero tomemos en cuenta que los desafíos que traen los esquemas de trabajo van cambiando; al inicio, cuando se pasó a una vida laboral 100% virtual se hizo un esfuerzo importante para adaptarse al home office, que llevó varios meses, ya sea porque no se tenían las herramientas de trabajo o porque no se contaban con las habilidades blandas que se requerían para desempeñar o liderar personas totalmente a distancia.
Ahora son evidentes los nuevos retos que trae el modelo híbrido, pues no resulta nada sencillo gestionar actividades de forma presencial y remota al mismo tiempo, sobre todo cuando se trabajó durante mucho tiempo de forma autónoma y acelerada. Estoy segura de que coinciden conmigo en que definitivamente hay días donde uno pensaría que la vida laboral en el formato híbrido es compleja en términos de liderazgo; sin duda, tomará también un tiempo encontrar un equilibrio que permita evitar acumular estrés como producto de las jornadas de trabajo que tenemos actualmente.
Los líderes de Recursos Humanos reconocen que este fenómeno contribuye a la fatiga de los empleados; de acuerdo con un estudio de Gartner, 40% de los empleados que laboran en trabajos híbridos o remotos han informado un aumento en la duración de su jornada laboral en los últimos 12 meses y más del 90% de los directores de RH reconocen que esto pone a los empleados en riesgo de agotamiento.
Sin duda, los modelos de trabajo híbrido brindan grandes beneficios a las compañías y a la fuerza laboral si se implementan correctamente, por lo que es indispensable que como líderes se desarrollen y apliquen estrategias que prevengan el estrés de los colaboradores, ante factores como la sobrecarga de reuniones virtuales, por la necesidad de estar siempre conectados; los días de trabajo presencial donde, de alguna manera, se desacelera la gestión operativa que se mantiene cuando se trabaja en home office y la falta de límites en torno a la comunicación.
Es importante asignar bloques de tiempo para el trabajo individual o una política corporativa que establezca que no se pueden realizar juntas sin una agenda previa con los temas a tratar, puesto que, generar calendarios llenos de reuniones consecutivas dificulta la posibilidad de realizar pausas activas o tomar un horario de comida.