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Big data, un aliado para crear programas de recompensa

El talento debe gestionarse como un importante activo de las organizaciones y en ese sentido aplicar la misma personalización que utilizamos para reconocer y premiar a nuestros mejores clientes.
jue 22 diciembre 2022 06:09 AM
Recursos Humanos - análisis de datos - internet de las cosas - tecnología
La magia de la data radica en su relevancia, en lograr un profundo nivel de personalización y generar como resultado un enganche mucho mayor de los empleados, apunta Manuela Arango.

(Expansión) - Ahora que las personas buscan algo más que una buena compensación económica en un trabajo y aprecian aspectos como la flexibilidad de horario, el desarrollo profesional, el sentido de pertenencia y el salario emocional, las áreas de Recursos Humanos enfrentan un nuevo desafío: crear programas de recompensa realmente atractivos, útiles y personalizados para mejorar la experiencia de los colaboradores.

El talento debe gestionarse como un importante activo de las organizaciones y en ese sentido aplicar la misma personalización que utilizamos para reconocer y premiar a nuestros mejores clientes, para conservar en el equipo a las personas que hacen el mayor aporte al resultado.

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La personalización ha pasado de ser una tendencia a ser una necesidad, y ya vemos que no tendría el mismo impacto un paquete de recompensas estándar para todas las empresas sin analizar al interior de ellas la composición familiar, estilo de vida y forma de consumir de diferentes grupos, que puedan ayudar a definir paquetes de beneficios que hagan más sentido para los colaboradores y los haga sentir mejor valorados.

Una manera de lograrlo es a través del big data, ese gran volumen de información que las organizaciones podemos analizar de manera estratégica. La data puede aprovecharse desde muchas aristas. El empleador podría hacer uso de la data para identificar el objetivo interno que busca la compañía y la relación con la recompensa que estaría dispuesta a entregar a los empleados por su esfuerzo para cumplirlo.

Una vez que el incentivo se define con relación a un objetivo específico, la data puede ayudar a entender mejor al perfil de colaborador que se está compensando, de tal manera que pueda ofrecerse recompensas por cambios o evolución en su desempeño.

La magia de la data radica en su relevancia, en lograr un profundo nivel de personalización y generar como resultado un enganche mucho mayor de los empleados.

En este sentido es importante construir modelos basados en data transaccional (referente al comportamiento de compra y transacciones) y demográfica (edad y género, entre otros), transitando de modelos analíticos (descriptivos) a modelos prescriptivos o predictivos que incluyan inteligencia artificial para que se actualicen y ajusten con las preferencias y cambios de los usuarios.

La iniciativa de desarrollar estrategias como esquemas de compensación o cualquier otra estrategia de negocio basada en data, debe partir de la alta dirección incentivando una “cultura de datos” interna enfocada a la gestión de la información de acuerdo con los estándares establecidos en cada organización.

Obviamente, hay que adquirir o desarrollar herramientas de analítica y capacitar al equipo para transformar datos sueltos en información de valor para la toma de decisiones estratégicas a nivel directivo. El objetivo último -y el que puede tomar más tiempo- es el de construir una cultura interna que involucre a toda la compañía, pasando de tomar decisiones basadas en la intuición a decisiones basadas en datos.

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El proceso lo vale, pues una vez que logramos hacer inteligencia con data podemos evaluar las necesidades de bienestar de las personas dentro y fuera del lugar de trabajo y el impacto de los beneficios que estamos ofreciendo para lograr la máxima satisfacción, que se derive en un equipo feliz, comprometido y decidido a quedarse en nuestras organizaciones.

La meta es crear soluciones cada vez más personalizadas y sostenibles, ofreciendo beneficios acordes y una estrategia que genere mayor impacto. Por ejemplo, si tenemos colaboradores que prefieren no tener auto, no hace sentido incluir en su paquete de compensación un apoyo de gasolina. O si tenemos empleados de un nivel adquisitivo medio que disfrutan salir a cenar con su familia, pueden preferir un bono de restaurante acompañado de descuentos en sus cadenas favoritas de restaurantes sobre un bono de despensa.

Finalmente, te comparto que el valor y el uso que podemos dar a los datos en todos los ámbitos de la empresa es algo que seguramente tendremos que seguir descubriendo y entendiendo, pero lo importante es entender que mientras más data tengamos de nuestros colaboradores -más allá de su desempeño, entender sus preferencias, estilo de vida, y factores que los motivan- vamos a tener mejores herramientas y elementos para construir mejores experiencias y fortalecer el compromiso y bienestar de los equipos.

Nota del editor: Manuela Arango es directora de Comercios y Alianzas Estratégicas en Sodexo Beneficios e Incentivos México. Síguela en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente a la autora.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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