El estudio “Adaptabilidad laboral post-pandemia en México”, que hicimos en OCCMundial, señala que 8 de cada 10 empresas, representadas por profesionistas de Recursos Humanos, aseguraron que la adaptabilidad de los empleados a la nueva realidad laboral fue buena o muy buena.
Sin embargo, en tiempos “postpandémicos” o debería decir de postconfinamiento, porque estamos inmersos en una quinta ola de contagios, vuelve a ser indispensable enfocarnos en mantener motivados a nuestros colaboradores para evitar que el mejor talento renuncie al encontrar una nueva oportunidad, que no necesariamente sea mejor en todos los aspectos, pero que les permite tener nuevos retos y romper con un posible hartazgo y agotamiento tras vivir tantos cambios.
Les puedo decir que en este estudio detectamos que la principal motivación de los empleados para permanecer en un empleo son las buenas compensaciones y beneficios. Tristemente he visto cómo un colaborador puede dejar una empresa por solo una pequeña diferencia de sueldo que le ofrecen. De aquí la importancia de ofrecer beneficios de salario emocional a los empleados que más allá de compensarlos económicamente les ofrezcan bienestar, al mismo tiempo de hacerlos sentir valorados.
A esta motivación le sigue contar con un buen ambiente laboral. Los grandes retos que hemos enfrentado en los dos años y medio no serían llevaderos en un lugar de trabajo hostil; al contrario, en estos tiempos hemos desarrollado habilidades interpersonales y emocionales que nos han permitido colaborar en equipo bajo objetivos comunes, siempre anteponiendo el bienestar integral de las personas. Además, en un ambiente de trabajo en donde conviven personas que trabajan de manera presencial con las que lo hacen de manera remota, debe prevalecer la colaboración y buena voluntad.
Otra de las motivaciones que yo veo que piden los trabajadores es gozar de un buen balance vida-trabajo, lo que se logra con estrategias de flexibilidad que fueron indispensables a raíz de la pandemia para que las personas cumplieran con su trabajo, al mismo tiempo que atendían sus requerimientos personales y los de su familia.
Todos nos dimos cuenta de que nuestra salud mental era igual de importante que la física y las empresas lo saben, por lo que la flexibilidad en la forma en que se ejecutan las responsabilidades de los puestos de trabajo, permitiendo un buen balance con la vida personal, llegó para quedarse y las organizaciones que no lo vean, estarán perdiendo a sus mejores colaboradores.