De acuerdo con las proyecciones demográficas del Banco Mundial, en siete años ocurrirá, por primera vez, un cruce en el cual habrá más empresas dirigidas por jefes de 35 años y menores. Para 2030, todos los Baby Boomers contarán con la edad de jubilación de 65 años, mientras que la Generación X tendrá 55 años o más, y eso vendrá a alborotar las culturas organizacionales.
Así, si bien ya hay jóvenes capitanes de barcos, para entonces arrancará la era dorada de los jefes jóvenes, formados con una cultura 100% digital y tecnológica, algunos en startups, pero todos tendrán responsabilidad sobre un alto número de empleados con intereses y mentalidades absolutamente diferentes.
La reconfiguración en la cultura del trabajo está a la vuelta de la esquina y ello determinará escenarios de todo tipo: por un lado, quienes son parte de la Generación X, ante las expectativas de vida, no se retirarán a los 65 años y por lo tanto pasarán su última etapa laboral con un jefe mucho menor a ellos; por otro lado, los Centennials serán el elemento de presión de los Millennials, quienes tendrán el enorme reto de liderar en climas de trabajo multigeneracionales.
“Hay muchas dimensiones del cambio. Esta generación se prepara en modelos just in time, no tienen la experiencia pero saben que hay un contenido, un recurso, una persona que les puede ayudar a resolver lo que no saben, y entonces la diferencia con la gerencia tradicional está en los modelos de agilidad, exploración, digitalización, conexión con otras redes”, sostiene Fernando Valenzuela, Fundador Global Edtech Impact Alliance.
“Los Millennials ya están tomando posiciones de liderazgo y, de la mano de la Generación X, tienen que hacer que las cosas funcionen. El reto es cómo las dos partes colaboran juntos, rompen paradigmas, pueden a través de la diversidad de pensamiento lograr extraordinarios resultados. La diversidad y la inclusión te llevan a la innovación, y ésta a tener mejores resultados”, dice Martha Barroso, directora de People & Culture de Manpowergroup Latam.
Los años maravillosos de los jefes millennials implicarán muchísimos ajustes. Los departamentos de Recursos Humanos deberán repensar los planes de sucesión en los que la experiencia ha sido un elemento clave. Es muy posible, también, que ocurra una cascada de renuncias de quienes no puedan tolerar la gestión de alguien que, bajo su mirada, no tiene la menor idea de lo que está haciendo.
“Hay varias intervenciones para aceptar este cambio y propiciar que tenga éxito. Una de las primeras es precisamente la colaboración multigeneracional. Lo que tienes que asegurar es que desde épocas muy tempranas empieces a conformar en las escuelas y en las empresas a equipos conformados por diversidad de generaciones, de género, de perspectiva”, añade Fernando Valenzuela.