2023 será un año complejo a nivel global. El FMI espera que la economía global crezca 2.7%. Por su parte, la economía de Estados Unidos registraría un crecimiento de 1%. Quizá, lo que hagan la Fed y los Bancos Centrales para controlar la inflación, y la reapertura de la economía china, mejoren las expectativas pero nada que mueva drásticamente la aguja. En tanto, las proyecciones oficiales estiman un crecimiento de 3.0% para la economía mexicana, al tiempo que los analistas lo ubican entre 1.5 y por debajo del 1%.
Con esos datos que desvelan un entorno económico negativo es claro que los impactos que se avecinan tendrán un efecto dominó en las inversiones, en los créditos, en la formalidad, en el empleo, en la seguridad social, en el consumo…
La historia y los pronósticos conforman la ‘tormenta perfecta’ para las mipymes:
A raíz de la pandemia, no ha sido nada fácil para éstas mantener balances positivos en sus cuentas de banco, apalancarse, contratar tecnología y volverse más rentables. Ahora, la ola recesiva proveniente de Estados Unidos en algún momento llegará a México. Por lo tanto, los mayores riesgos los corren quienes tienen una red de seguridad más delgada y frágil, menos capital y resiliencia.
“Por naturaleza, 60% de las pymes quiebra durante los primeros cinco años. Así, su sostenibilidad siempre ha sido compleja. Pero frente al actual entorno es inevitable que quiebren”, asegura Iker Paullada, director de Nexxus México.
“Un crecimiento económico bajo sacará a muchas empresas del mercado. Las mipymes no le pueden hacer mucho frente a esto porque no tienen suficiente resiliencia; en consecuencia, vendrá más precariedad laboral, informalidad y subocupación”, dice Jesús Carrillo, director de Economía Sustentable del IMCO.
“La resiliencia no es la misma para todas las empresas. Las mipymes no están teniendo la formalidad ni los mejores esquemas de financiamiento. Con la narrativa de que el pueblo bueno siempre sale adelante, (el gobierno) se está excusando y dejando que sobrevivan las empresas chiquitas por sus propios medios”, concluye Sofía Ramírez, directora general de México, ¿cómo vamos?
En función de la data disponible, sostiene México, ¿cómo vamos?, con información del INEGI y de las ediciones 2020 y 2021 del Estudio sobre la Demografía de los Negocios, durante 2020 nacieron 619,443 empresas y murieron un millón 10,857, mientras que en 2021 se crearon un millón 187,170 y cerraron un millón 583,930. Es decir, mueren más y nacen menos.
Así, la actividad económica aún no visibiliza la luz al final del túnel, al tiempo que para la autollamada cuarta transformación las mipymes no son prioridad.
Según el documento “En materia económica ¿quién pagará los platos rotos de este gobierno?”, de Christian Martínez Portillo, coordinador de asesores del secretario de la Comisión de Hacienda en el Senado de la República, con base en datos de la Secretaría de Economía, existen 4.2 millones de mipymes que contribuyen con alrededor del 52% del PIB y generan 70% del empleo formal.