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#Entrelíneas | Los ‘súper ricos’ de México, ahora, son más ricos

La mayor parte de la población estuvo encerrada en sus casas y vio sus ingresos disminuir. Muchas personas perdieron su trabajo y se endeudaron. Pero los ricos se hicieron todavía más ricos.
lun 23 enero 2023 06:10 AM
millonarios
Hoy en México no tenemos el entendimiento más básico sobre la riqueza, ante la poca información disponible. Pero por algo hay que empezar esta conversación. Ésta es la primera vez que crece la pobreza extrema y la riqueza extrema, apunta Jonathán Torres.

(Expansión) - Los días de pandemia por COVID-19, para algunas personas, fueron de jauja. En España, por ejemplo, se tiene evidencia de que uno de los disparadores de la inflación respondió a beneficios empresariales; es decir, ciertas empresas en su carácter de monopolio u oligopolio, incrementaron precios porque veían que se podían beneficiar de ello.

En México no hay elementos para poder hacer una aseveración de ese vuelo. Sin embargo, aquí también pasaron cosas por la crisis sanitaria: la mayor parte de la población estuvo encerrada en sus casas y vio sus ingresos disminuir. Muchas personas perdieron su trabajo y se endeudaron. Pero los ricos se hicieron todavía más ricos.

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Hoy, lunes 23 de enero, OXFAM México ofrece su primer informe sobre el estado de la riqueza en el país , el curso que tomaron las fortunas y las recomendaciones para repartir mejor el dinero. Así, ubica 15 millonarios y cómo se ha incrementado exponencialmente su patrimonio, pero sobre todo convoca a generar una conversación en torno de una de las herramientas para redistribuir la riqueza.

Contexto: hace una semana, OXFAM International dio cuenta de su informe global haciendo uso de tres fuentes de información: Wealth Tech, Credit Suisse y la actualización en tiempo real de las fortunas medidas por Forbes Estados Unidos. Desde hace 10 años, esta organización elabora este reporte y su edición 2023 sostiene que el 1% de la población con más ingresos acumuló casi el doble de riqueza que el resto de la población mundial en los últimos dos años.

Ahora toca poner la lupa (y alborotar conciencias) en México.

Carlos Brown, gerente de Justicia Social de OXFAM México, pone el dedo en la llaga: “Lo que dice el informe de OXFAM México es que, a pesar de los avances en políticas sociales y laborales de esta administración, y en medio de las diversas crisis estructurales y coyunturales que se han dado tras la pandemia de COVID-19, la realidad es que hoy los súper ricos son más ricos de lo que eran antes, son los grandes ganadores de la pandemia”.

¿Qué tanto se beneficiaron? Sus fortunas aumentaron 33%. De cada 100 pesos de riqueza nueva generada en México, entre el inicio de la pandemia y noviembre de 2022 (fecha de corte del reporte), 21 pesos se fueron al 1% de la población con mayor riqueza y apenas 40 centavos se repartieron entre el 50% más pobre.

Mensaje entrelíneas: en un país donde las desigualdades ya eran extremas, ahora son más extremas.

Mientras que en España la inflación fue un instrumento para generar riqueza, según explica Carlos Brown, los sectores en México que resultaron beneficiados son aquellos que nunca pararon mientras las personas se mantenían confinadas en sus casas. Dos en lo particular: telecomunicaciones y servicios financieros.

“El efecto Carlos Slim es muy fuerte, su fortuna es mucho más grande que las de los otros 14 millonarios. Es el súper rico de la región pero, además, es mucho más rico que los súper ricos de México. Él vio crecer su fortuna a una tasa muy acelerada. ¿Qué es muy acelerada? Un millón de dólares por hora durante la pandemia. Ése es el tamaño de crecimiento de la fortuna de Carlos Slim”, dice el gerente de Justicia Social de OXFAM México.

Hace unos años, OXFAM México elaboró un primer reporte sobre esta materia, que incluía medidas contra la desigualdad. Desde entonces, su objetivo ha sido promover el debate en pro de una sociedad más igualitaria y detonar una conversación que no es común en México y que tiene que ver con los impuestos a las grandes fortunas.

“Tratamos de poner el informe a la luz de una situación particular donde México es una anomalía fiscal. Estamos en el G20, pero recaudamos como Mali. Todos piensan que pagamos muchos impuestos y deberíamos pagar menos, pero hay una disociación entre lo que realmente pasa y lo que cree la gente”, sostiene Carlos Brown.

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Actualmente hay una conversación política muy oportuna en países de América Latina donde ya se habla de impuestos a las grandes fortunas. En Argentina, Brasil, Colombia, ya hay una sólida narrativa a favor de sistemas fiscales que quiten donde sobra y repartan donde falta. En México, el tema permanece debajo de la alfombra. Alice Krozer, doctora en Estudios de Desarrollo por la Universidad de Cambridge, sostiene que somos una sociedad que quiere vivir como Finlandia, pero sin pagar el costo de vivir como Finlandia.

“¿Qué proponemos? Un impuesto a las grandes fortunas en México que recaudaría 270,000 millones de pesos anuales”, explica Carlos Brown. “Está escalonado: 2% para las fortunas tasadas en al menos un millón de dólares (mdd), 3% para las que superen los 50 mdd y, a partir de 1,000 mdd de fortuna, que paguen 5%, y eso sería suficiente para elevar el gasto público, por ejemplo en salud hasta 40%”.

Hablar de las grandes fortunas es un tema incómodo. Los aludidos esgrimen un criterio de seguridad para no dar información. Sin embargo, entre 1940 y 1960 se aplicaron impuestos a las herencias y sucesiones, a las ganancias extraordinarias, al patrimonio neto.

Hoy en México no tenemos el entendimiento más básico sobre la riqueza, ante la poca información disponible. Pero por algo hay que empezar esta conversación. Ésta es la primera vez que crece la pobreza extrema y la riqueza extrema. Las crisis, las guerras y las pandemias suelen ser mecanismos igualadores. Hoy no ha sido así y la pregunta que debemos hacernos tiene que ver con el tipo de sociedad que queremos construir para el futuro.

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En México hay muchos estudios sobre las personas en condición de pobreza, pero hace falta más data sobre el otro lado de la desigualdad. Qué bien que haya muchos 'pobretólogos', pero también necesitamos más 'ricólogos', que nos ayuden, entre otras cosas, a desmitificar los productos culturales que hemos construido alrededor de la riqueza.

Nota del editor: Jonathán Torres es socio director de BeGood, Atelier de Reputación y Storydoing; periodista de negocios, consultor de medios, exdirector editorial de Forbes Media Latam. Síguelo en LinkedIn y en Twitter como @jtorresescobedo . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión.

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