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ESG y la evolución de la Responsabilidad Social

A pesar de la evolución que en las últimas décadas ha tenido la responsabilidad social, lamentablemente para muchos aún sigue siendo un tema accesorio, apunta Jorge Reyes Iturbide.
vie 10 febrero 2023 06:08 AM
¿Llegó el fin de la "revolución ESG"?
Resulta indispensable poder contar con información, datos y evidencias en materia de ESG a partir de los procesos de transparencia y rendición de cuentas, resalta Jorge Reyes Iturbide.

(Expansión) - Una de las principales tendencias en materia de sostenibilidad corporativa es el auge que ha tenido el concepto de ESG (siglas en inglés que se refieren a: Environmental, Social & Governance) y su adopción por parte de diversas industrias, siendo impulsado esto particularmente por los grandes inversionistas y los reguladores de los principales mercados financieros a nivel internacional.

Sin embargo, este tema, no debe verse solo como una moda pasajera, o una forma distinta de referirse a otros conceptos como la responsabilidad social, sino como parte de la evolución de éstos, y que los complementa para adentrarse al modelo de negocio y vincularse con indicadores duros, como pueden ser los que miden su desempeño financiero.

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Y es que a pesar de la evolución que en las últimas décadas ha tenido la responsabilidad social, lamentablemente para muchos aún sigue siendo un tema accesorio, que está bien visto, y que contribuye a la reputación corporativa pero que no termina de transformar masivamente los modelos de negocio del sector privado (a pesar de los grandes avances logrados en algunos casos); y frente a esto, los modelos de ESG tienen la ventaja de articular los temas ambientales, sociales y de gobernanza con la perspectiva financiera del negocio, para cuantificarlo e incidir en las evaluaciones y calificaciones que se hacen de la empresa.

Podemos verlo también en los nuevos enfoques para realizar los estudios de materialidad de las empresas, en donde ya no solo se contempla el enfoque de la sustentabilidad, sino también el financiero, al hablar de una doble materialidad, la cual permite identificar los temas económicos, sociales y ambientales más relevantes o significativos para la empresa por sus impactos en estas áreas. También los riesgos que dichos temas presentan para la viabilidad y continuidad financiera del negocio a corto, mediano y largo plazo.

Lo anterior permite tener una fotografía y, en consecuencia, una evaluación más completa e integral del desempeño de la empresa y de su perspectiva futura. Resulta indispensable poder contar con información, datos y evidencias en materia de ESG a partir de los procesos de transparencia y rendición de cuentas que muchas empresas, en especial las grandes, llevan a cabo a través de la publicación de informes de sostenibilidad o documentos equivalentes, así como la participación en rankings, auditorías, reconocimientos e índices en esta materia.

A pesar de que el camino aún es largo, a nivel internacional hay esfuerzos interesantes para empezar a regular esta presentación de información bajo ciertos lineamientos, estándares, normativas e iniciativas que buscan homologar la práctica o establecer criterios y/o requisitos mínimos en materia de ESG, alineados a los principales marcos de referencia en materia de sostenibilidad, que ya se venían utilizando desde la perspectiva de la responsabilidad social.

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Esto permite que al interior de las empresas se establezcan ciertos compromisos y objetivos concretos, a los que se les puede dar seguimiento a través de indicadores de desempeño específicos pero transversales a todas sus operaciones, departamento o unidades de negocio, los cuales tendrán que gestionarse para, finalmente, se incluyan en estos reportes de sostenibilidad e iniciar un nuevo ciclo de mejora continua.

Así, también en nuestro país el tema avanza y seguramente iremos viendo cada vez más casos de empresas que adopten no solo la terminología de ESG, sino todo lo que ésta conlleva, impulsadas por los mercados globales, donde consumidores, inversionistas y reguladores demandan cada vez más una cuantificación del desempeño en materia de sostenibilidad y no solo el compromiso con el tema, para ser considerado en su toma de decisiones, lo cual pone mayor presión sobre el sector empresarial para avanzar en esta dirección.

Nota del editor: Jorge Reyes Iturbide es especialista en responsabilidad social empresarial y desarrollo sostenible y desde hace 18 años ha trabajado para diversas empresas y organismos nacionales e internacionales en proyectos de investigación, consultoría, desarrollo de estándares y educación ejecutiva en la materia. Actualmente es Director del Centro IDEARSE de la Universidad Anáhuac México. Síguelo en Twitter y LinkedIn Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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