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Banxico no puede con la inflación y le piden impulsar el crecimiento

Un segundo mandato le daría más armas al sistema político para forzar al banco a mantener una política monetaria acomodaticia casi permanentemente, apunta Iván Franco.
mié 15 febrero 2023 06:10 AM
Mexico's Central Bank presents coin commemorating the 100th anniversary of the arrival of the Mennonites to Mexico
Cada sexenio el gobierno en turno presiona al banco central para ser lo más laxo posible, a costas de la inflación, señala Iván Franco.

(Expansión) - Hace unos días el presidente de México sugirió que el Banco de México debía trabajar también por el crecimiento económico.

Actualmente, Banxico tiene un solo mandato constitucional que es la preservación del poder de compra de la moneda (baja inflación).

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Otros bancos centrales de economías desarrolladas, como la Reserva Federal, y de algunas en desarrollo, tienen mandatos dobles que se oponen entre sí. Por un lado, mantener una baja inflación y por el otro, velar por el pleno empleo o el crecimiento económico.

¿Puede un banco central impulsar el crecimiento de un país?

Depende. Existe una gran confusión sobre los alcances de un banco central. Comúnmente, se piensa que solo con imprimir billetes se logrará un crecimiento económico ipso facto. Sin embargo, el proceso de expansión monetaria lo inicia el banco central, pero se dispersa por medio de otros canales. Todo depende de cómo se disperse la liquidez, a quien llegue, en qué se gaste, y en qué se invierta o se ahorre.

Lo que es 100% seguro es que si un banco central tiene la capacidad de preservar el poder adquisitivo de la moneda es porque también puede hacer lo opuesto, es decir, provocar que la moneda pierda su poder de compra.

Para que una moneda pierda valor se requiere que el banco central provea excesos de liquidez durante cierto tiempo, de tal forma que se reflejen en incrementos de precios. Si la economía no invierte los excesos de dinero en ampliar su frontera de producción la inflación resultante será más nociva.

Por el contrario, si los excesos de dinero son utilizados para invertir (no solo para consumir), la inflación será compensada por una economía más productiva.

En este sentido, Banxico, no tiene la facultad ni las herramientas para decidir dónde acomodar una mayor liquidez en el sistema. Es decir, no puede incidir para que su política monetaria se canalice en inversión productiva, en el consumo o en el gasto público.

Por esta razón es incierto que un banco central pueda incidir positivamente en el crecimiento económico, ya que este puede ser producto de una ilusión monetaria de corto plazo, no de un aumento de la productividad.

En cambio, lo que sí sabe hacer un banco central es contraer y disciplinar a la política monetaria cuando los excesos de liquidez se traducen en una inflación persistente que merme el crecimiento económico real.

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Tres razones por las que no hay un mandato doble en México

La primera, no hace falta legalizar un doble mandato porque en la práctica ya opera. Es decir, el Banco de México actúa como cualquier banco central con mandato doble, expandiendo y contrayendo indirectamente la tasa de crecimiento del dinero, generando inflaciones y desinflaciones.

La segunda razón es porque un mandato de crecimiento económico es una encrucijada imposible para un país con un sistema político débil y altamente corrupto, donde el incentivo es orillar al Banco de México a mantener una política fiscalmente acomodaticia.

La tercera razón es porque Banxico apenas ha logrado el objetivo de inflación de 3% (o menos) solo el 14% de los meses desde que se estableció el programa de objetivos de inflación.

Y no ha podido con la inflación no por falta de capacidad, sino porque el banco también vela por el crecimiento económico de manera implícita. Cada sexenio el gobierno en turno presiona al banco central para ser lo más laxo posible, a costas de la inflación.

Además, las expansiones monetarias de los años recientes han finalizado mayormente en el financiamiento del consumo corriente, tanto público como privado, ignorando la formación de capital.

Por ello, si Banxico no resuelve su único problema que es la inflación, menos podrá hacerlo con dos mandatos constitucionales.

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Un mandato doble traería consecuencias transexenales

Aunque no hay gran diferencia entre lo que pasa hoy y lo que pasaría con un mandato doble legalizado, un segundo mandato le daría más armas al sistema político para forzar al banco a mantener una política monetaria acomodaticia casi permanentemente. Recordemos que algunos de los miembros de la junta de gobierno actual fueron empleados incondicionales de la administración en turno.

Un mandato de crecimiento (bajas tasas de interés) solo exacerbaría las debilidades económicas en el mediano plazo, tales como la baja inversión productiva, una inflación persistente, un aumento del déficit comercial, y por supuesto, un bajo crecimiento económico sostenido en el consumo, no en la una mayor productividad de la economía.

Nota del editor: Iván Franco es fundador y director de la consultora de inteligencia competitiva Triplethree International. Síguelo en Twitter y en LinkedIn . Las opiniones expresadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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