Otros bancos centrales de economías desarrolladas, como la Reserva Federal, y de algunas en desarrollo, tienen mandatos dobles que se oponen entre sí. Por un lado, mantener una baja inflación y por el otro, velar por el pleno empleo o el crecimiento económico.
¿Puede un banco central impulsar el crecimiento de un país?
Depende. Existe una gran confusión sobre los alcances de un banco central. Comúnmente, se piensa que solo con imprimir billetes se logrará un crecimiento económico ipso facto. Sin embargo, el proceso de expansión monetaria lo inicia el banco central, pero se dispersa por medio de otros canales. Todo depende de cómo se disperse la liquidez, a quien llegue, en qué se gaste, y en qué se invierta o se ahorre.
Lo que es 100% seguro es que si un banco central tiene la capacidad de preservar el poder adquisitivo de la moneda es porque también puede hacer lo opuesto, es decir, provocar que la moneda pierda su poder de compra.
Para que una moneda pierda valor se requiere que el banco central provea excesos de liquidez durante cierto tiempo, de tal forma que se reflejen en incrementos de precios. Si la economía no invierte los excesos de dinero en ampliar su frontera de producción la inflación resultante será más nociva.
Por el contrario, si los excesos de dinero son utilizados para invertir (no solo para consumir), la inflación será compensada por una economía más productiva.
En este sentido, Banxico, no tiene la facultad ni las herramientas para decidir dónde acomodar una mayor liquidez en el sistema. Es decir, no puede incidir para que su política monetaria se canalice en inversión productiva, en el consumo o en el gasto público.
Por esta razón es incierto que un banco central pueda incidir positivamente en el crecimiento económico, ya que este puede ser producto de una ilusión monetaria de corto plazo, no de un aumento de la productividad.
En cambio, lo que sí sabe hacer un banco central es contraer y disciplinar a la política monetaria cuando los excesos de liquidez se traducen en una inflación persistente que merme el crecimiento económico real.