Así, mientras la pandemia por COVID-19 aún no toma el carácter de endemia, surge una nueva historia alrededor de la salud humana que obliga a estar alertas, no alimentar la infodemia y tomar acciones.
Con la colaboración de Mauricio Rodríguez, médico y catedrático de la UNAM, se ofrece una breve explicación de lo que actualmente pasa con la influenza H5N1 (que ha provocado la muerte de millones de aves migratorias, silvestres y de granja) y cuáles son los riesgos que existen para que derive en una pandemia.
Primero, hay que entender cosas básicas de los virus de influenza:
Los virus de influenza son parte de una familia que se llama Ortomixuvirus y tienen su material genético en forma de RNA. Los coronavirus no son miembros de ese clan. Los virus de influenza tienen una característica relevante, que tiene que ver con el hecho de que pueden tener muchos cambios en su genoma y también diferentes proteínas. Así, la influenza cuenta con muchos tipos virales con diferentes impactos: H1N1, H1N2, H3N2, H7N9, H9N2…
Entonces, hay algunos virus de influenza que solo afectan a las aves y otros que solo tienen capacidad de infectar al ser humano, pero hay algunos hospederos intermediarios que son medio promiscuos, como el cerdo, que se pueden infectar con el virus de las aves y también con el del ser humano, de tal forma que pueden contener fragmentos de varios virus y ser más peligrosos.
Dicho lo anterior, hay una influenza que ocurre exclusivamente en el mundo animal, otra en el mundo humano, pero también hay virus que pueden hacer de las suyas en ambos.
El H5N1 es letal en las aves y eso ha provocado que millones ya hayan sido sacrificadas en varios países. Pero este virus ya ha sido capaz de afectar al ser humano. Desde hace varios años se han dado casos de personas infectadas con H5N1, principalmente individuos que han tenido contacto directo con las aves infectadas (trabajadores de granjas), pero hasta el momento no se tiene registro de ningún caso en el que una persona infectada con H5N1 contagie a una más. Si eso ocurriera, podríamos estar presenciando un nuevo y negro capítulo de salud pública.
La alertas sanitarias ya han sido emitidas en varias partes del mundo, México incluido, considerando que la cantidad de influenza en aves ha sido mayor, que se ha encontrado que algunas aves y mamíferos que antes no se infectaban (leones marinos, zorros, visones) ya se han infectado y es particularmente grave que las aves migratorias tienen un poco más de capacidad de infectarse, como las gaviotas, que pueden llegar a granjas a cielo abierto y dispersar su contagio.
En octubre de 2022 se encontró el primer caso de una ave muerta en el Estado de México, a raíz del actual brote del virus H5N1. Sin embargo, México dispone de varios elementos que le permiten estar preparado ante una posible emergencia: cuenta con un sistema de vigilancia animal bien articulado, vigila permanentemente las enfermedades respiratorias en humanos, cuenta y aplica vacunas en aves contra la influenza, entre otras medidas.
En este momento los impactos de esta circunstancia se encuentran en el terreno económico. De acuerdo con una nota informativa proporcionada por el Consejo Nacional Agropecuario, “hasta el momento solo se han afectado 5.9 millones de aves en México, de las cuales se deben considerar que 5.2 millones son gallinas ponedoras”. La parvada nacional de gallinas ponedoras es de 172 millones de aves y como medida de atención, control y prevención a la presencia de la influenza aviar H5N1 en México, la industria avícola inició un programa de vacunación en la parvada de gallinas ponedoras, principalmente, sumando al mes de enero pasado un total de 177 millones de dosis.