El Salvador crecerá este año y las organizaciones sacarán provecho de esto. Le apostó al bitcoin, tiene cajeros automáticos y empresas avaladas para transaccionar la moneda virtual. Esta decisión no les generará un crecimiento alto, pero tampoco una cifra tan baja como la que se esperaba con las criptomonedas a nivel global. Tendrá remesas y exportaciones que a su vez brindará tranquilidad a los inversionistas.
Honduras, que tiene problemas muy particulares y diversos que van desde seguridad, políticos o de servicios básicos, este año puede apalancarse de un panorama de reconstrucción que podría ser punta de lanza para una nueva generación de emprendedores.
Los claroscuros de la región
Guatemala también seguirá creciendo. En años recientes, las carreteras y comunicaciones se han desarrollado de forma exponencial en esta nación centroamericana, lo cual contribuirá a que la economía fluya más rápido y que los emprendimientos tengan el potencial de llegar a todos los rincones del país.
Por otro lado, las alianzas público-privadas están dando resultados y eso también favorece a los emprendimientos enfocados a resolver los PPU´s (Pin***s Problemas Urgentes) de la región.
A pesar de que el pronóstico general es alentador, la región estará marcada por claroscuros para algunos países como Nicaragua, debido a que su economía está muy golpeada. Su PIB apenas logra mantenerse en puntos positivos a consecuencia de las sanciones económicas internacionales, el ataque a las ONGs y la poca estabilidad que proyecta como economía.
En México, la situación será difícil de diagnosticar, ya que confluyen muchos factores. La inflación pondrá un reto tras otro para los emprendedores y este año la cuesta de enero fue la más alta de los últimos 20 años. Las cifras oficiales indican que el índice inflacionario rondará entre el 7% y 8%, pero algunos bienes y servicios tienen incrementos al doble.
Pero la lectura no se toma solo diciendo que el vaso está medio vacío. Si lo vemos desde un ángulo más optimista podemos decir que un punto a favor es que ya estamos saliendo de los estragos de la pandemia, la recuperación en el país ha sido favorable.
Los emprendedores mexicanos se pusieron las pilas para reactivarse contra viento y marea y la posición en la que se encuentran ha sido gracias a su esfuerzo, creatividad y resiliencia. Algunas empresas registran una tendencia al alza en sectores como el educativo, finanzas, comercio, turismo, espectáculos, un factor que hay que cuidar.
Otro punto a favor es que durante la pandemia la gente adoptó muy bien la tecnología. Personas que antes no se animaban a hacer compras en línea se dieron cuenta de la comodidad (abrazando el miedo) y esa comodidad llegó para quedarse. Brinda una oportunidad sin precedentes al comercio electrónico y la digitalización financiera. Nuevas empresas, nuevos consumidores: eso nos dejó la pandemia.