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De las ‘mafias’ de las startups a semilleros de emprendedores

El expersonal de startups que ha fundado otras empresas no son mafias. Por el contrario, son equipos de trabajo sólidos que han contribuido a la expansión del ecosistema, apunta Sebastián Medrano.
sáb 18 febrero 2023 12:01 AM
De las 'mafias' de las startups a semilleros de emprendedores
Vale la pena reconocer a las startups como verdaderas escuelas de emprendimiento, en donde se forman equipos y profesionistas que cuando están listos salen a resolver los problemas del mundo, considera Sebastián Medrano.

(Expansión) - En el ecosistema de startups se conoce despectivamente como “mafias” a equipos de trabajo que han fundado empresas y después se mueven a otra más, para contribuir también con su desarrollo y crecimiento. Similares a los “emprendedores seriales”, estas camadas de disruptores saben cómo navegar industrias en ciernes y contribuyen a la consolidación tanto de modelos de negocio como de subsectores en su conjunto.

Pero el expersonal de startups que ha fundado otras empresas no son mafias. Por el contrario, son equipos de trabajo sólidos que han contribuido a la expansión del ecosistema. Y esto es algo que sucede tanto en México como en América Latina y el resto del mundo. De hecho, valdría la pena considerar que esas “mafias” no son otra cosa que semilleros de emprendedores.

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Se trata de personas que desarrollan su talento (a nivel individual y en términos colectivos) en una empresa (quizá incluso en una industria), para luego llevarlas a otra cancha y buscar otro tipos de soluciones de mercado que impactan de manera profunda en su comunidad y contribuyen a resolver grandes problemas sociales como la inclusión financiera. ¿Lo más importante de esto? Lo hacen con un trabajo en equipo que es indispensable para el crecimiento, incluso, de una economía regional.

Grupos de oro

Las mal llamadas “mafias” de las startups crean dinámicas y modelos absolutamente profesionales que desarrollan habilidades fundamentales de las personas involucradas. Pero eso viene como consecuencia de la creación de equipos fuertes e interesantes que tienen, al menos, tres tipos distintos de impactos positivos.

En primer lugar, la conjugación de esas mafias crea trabajo de calidad a partir de la complementariedad de talentos. Poco a poco se encuentran formas en las que se afinan las soluciones que proponen y van aplastando entre todos las curvas de aprendizaje de una startup. Ese conocimiento fácilmente puede ser exportado y aplicado en otros contextos, a la hora de levantar un proyecto en desarrollo.

En segundo lugar, esa articulación de equipos de trabajo ideales impulsan una eficiencia que, sobre la marcha, mejora continuamente y, de tal manera, bien vale la pena que continúe perfeccionando sus metodologías en otros contextos. Por último, se debe reconocer que mucho de lo que logran en una startup se debe a que saben crear buenas ideas en un cerebro de colmena que ya se ha probado con creces.

El talento individual cuenta

Pero quizá lo más interesante de esas “mafias” de las startups es ver cómo es que cada persona del equipo pone en práctica habilidades muy valiosas que terminan por robustecer al ecosistema en su conjunto cuando salen para probar suerte con la fundación de otra empresa. Lo que termina por verse es la consolidación de skills que poco a poco se socialización a lo largo y ancho de una industria que rápidamente replica los elementos que funcionan en la búsqueda de soluciones de mercado.

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Asimismo, las “mafias” del ecosistema de startups se hacen con el mejor talento a la mano, no con quienes no han funcionado en otras empresas. Y, en consecuencia, las personas que son parte de esos grupos han tenido que crecer habilidades de liderazgo y negociación que son fundamentales para cualquier andamiaje empresarial, sin importar el tamaño o el giro de una compañía.

Vale la pena reconocer a las startups como verdaderas escuelas de emprendimiento, en donde se forman equipos y profesionistas que cuando están listos salen a resolver los problemas del mundo, y en México y Latinoamérica necesitamos con urgencia más ideas innovadoras y más creatividad para encontrar soluciones efectivas. ¡En hora buena para quienes lo están logrando!

Nota del editor: Sebastián Medrano Gallo es economista y especialista en temas fintech. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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