Por esta razón la felicidad en el empleo debe ser parte de las estrategias de las organizaciones con enfoque humano, que quiere decir poner el bienestar de los colaboradores al centro de las decisiones.
Es ideal que las áreas o especialistas de Recursos Humanos tengan un papel protagónico en desarrollar programas que atiendan la felicidad de los colaboradores, junto con otros que vean por su bienestar, pero no debe ser una responsabilidad exclusiva de ellos, debe ser claramente una prioridad en el equipo de liderazgo y hacerla parte de la cultura organizacional, permeando en todos los niveles de la empresa; la trascendencia de la felicidad ha sido tal que se ha creado un puesto especializado en algunas organizaciones, en especial las más grandes, llamado el Director de Felicidad.
Estoy convencido de que el éxito y permanencia de los negocios depende de colaboradores motivados y felices, lo que representa una ardua labor para mantenerlos así.
¿Cómo hacerlo? Primero sugiero que revisemos los valores de nuestras empresas, son valores que el equipo de liderazgo decidió que lo fueran o son aquellos que la mayoría del equipo de trabajo aprecia y se siente identificado. Puedes conducir un sondeo y si es necesario, definir nuevos valores, de esta manera los colaboradores sentirán que son escuchados y que sus opiniones importan; también percibirán que hay comunicación bidireccional, de esta manera la cultura organizacional se convertirá en un entorno donde los empleados quieran laborar día a día.
Otra manera de enfocarse en la felicidad de los empleados es a través de beneficios que vayan más allá de lo económico, los que cubran ciertas necesidades personales que les puedan brindar algún tipo de bienestar como jornadas y esquemas de trabajo flexibles, opciones para mantener una buena salud física y emocional, descuentos, bonos, reconocimientos, entre otras opciones.