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#LetrasNetas | Las preponderancias perennes

En 2012 descubrimos las palabras ‘agentes económicos preponderantes’, etiqueta que se le colocó en 2014 a dos grandes monopolios privados: Televisa y al consorcio formado por Telmex, Telnor y Telcel.
mar 06 junio 2023 06:09 AM
Las preponderancias perennes
El término ‘preponderancia’, según la reforma en telecomunicaciones, indica que una compañía detenta más del 50% del mercado en la prestación de un servicio, señala Bárbara Anderson.

(Expansión) - El 10 de junio de 2013 se promulgó una de las reformas más importantes de la historia económica reciente de México: la de telecomunicaciones. Se trataba de intervenir y poner nuevas reglas del juego en un mercado con jugadores cuasi monopólicos que impedían una mayor competencia (atrayendo inversiones), una baja en los precios de los servicios y una mayor cobertura geográfica y poblacional. Era una intervención directa a dos de las familias empresariales más poderosas del país: los Azcárraga y los Slim, Televisa y Telmex.

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Uno de los detonantes de los cambios que trajo esta ley fue un reporte que publicó en 2012 la OCDE, en el que analizaba el mercado y refería a una pérdida de bienestar en la economía de los mexicanos atribuible a la disfuncionalidad –hasta ese momento– de este sector, teniendo en cuenta el importante rol que juegan los servicios de telecomunicaciones “para la mejora de la productividad y el crecimiento económico”. Ese informe recomendaba un mayor acceso a servicios de comunicaciones eficientes, en particular, a la banda ancha de alta velocidad. La OCDE calculó que este sector operado por un cuasi monopolio y con precios excesivos versus otros países de la región generaba una pérdida equivalente al 1.8% del PIB anual del país.

Y en ese año descubrimos las palabras ‘agentes económicos preponderantes’, una etiqueta que se le colocó en 2014 a esos dos grandes monopolios privados: Televisa y al consorcio formado por Telmex, Telnor y Telcel (hoy rebautizado América Móvil). El término ‘preponderancia’, según la propia reforma, indica que una compañía detenta más del 50% del mercado en la prestación de un servicio. Este control da cabida a revisar los precios y elevar las barreras de entrada de cualquier otro operador.

En ese momento, Televisa tenía el 60% del mercado en el que operaba, mientras que la corporación de Carlos Slim sumaba una participación del 66.1% en el mercado de las telecomunicaciones (entre telefonía fija y móvil). El mayor negocio eran los servicios fijos y Telcel era una de sus operaciones menos poderosas.

Para que los preponderantes dejaran de serlo, la reforma creó el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT). Y con él, se publicó una larga lista de acciones a tomar ante ambos grupos que permitieran a mediano plazo disminuir su participación de mercado en pos de una mayor competencia y transparencia.

A una década, algunas metas de la reforma se cumplieron. En el caso de la telefonía, los costos de los servicios móviles bajaron 44% entre junio de 2013 y mayo de 2022, en parte, por la eliminación de la larga distancia nacional y la disminución de las tarifas de interconexión e intrarred. La inversión también llegó. Sólo la compra de Nextel y Iusacell que realizó la estadounidense AT&T inyectó 5,600 millones de dólares al mercado.

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Pero lo que no se pudo fue mover la preponderancia, un adjetivo que parece ser perenne para el negocio de las telecomunicaciones mexicanas. A 10 años de la reforma, 7 de cada 10 pesos de los ingresos de las telecomunicaciones móviles (telefonía e internet) quedan en América Móvil. “Si bien esta ha sido una de las mejores décadas para las telecomunicaciones en el país, porque se creció en fibra y en conexiones, no se logró lo de la preponderancia porque las medidas que debían cumplir son muchas y muy complejas, y las volvió difíciles de implementar”, explica el consultor Ernesto Flores-Roux. La concentración del mercado de la televisión de paga de Televisa pasó del 58.4 al 62.4%.

¿El IFT hizo todo lo que debía? Los datos no lo muestran como un regulador muy efectivo en cuanto a preponderancia, aunque sí cumplió con otras condiciones, como la de promover el aumento en cobertura y baja de precios. Pero, como dice un exfuncionario de la SICT, “es un organismo con dientes, pero que no muerde”.

Tampoco son presas pequeñas las que tiene que enfrentar, pero lo cierto es que tenemos un mercado más grande, con más consumo, con más servicios pero tan concentrado como siempre. La preponderancia no se toca.

Nota del editor: Bárbara Anderson es editora, columnista y speaker de negocios y finanzas. Activista de los derechos de personas con discapacidad; dirige yotambien.mx, un sitio de noticias sobre inclusión. Síguela en Twitter como @ba_anderson Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente a la autora.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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