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#LetrasNetas | El rey Ancira lo hace de nuevo

Hace 15 años me dio su primera entrevista tras regresar al país. Me encantaría que me volviera a invitar a Monclova, para que me diera su última antes de abandonar AHMSA.
mar 07 marzo 2023 06:09 AM
En 2008, el empresario rompió el silencio al contar su versión de la polémica suspensión de pagos de su empresa, AHMSA.
En 2008, el empresario rompió el silencio al contar su versión de la polémica suspensión de pagos de su empresa, Altos Hornos de México.

(Expansión) - Fue de las mejores portadas que escribí para Expansión: La caída y el ascenso de Alonso Ancira. A mediados de 2008, me buscó su secretario particular, Paco Orduña. “Hay un viaje a Israel donde queremos llevarte a que conozcas nuestros nuevos negocios”, me dijo al teléfono. “¿Has escuchado de las minas del rey Salomón?”, remató para dejarme sin chance de rechazar la invitación.

No solo era una oportunidad por este proyecto internacional, sino porque sería la primera entrevista en cuatro años que daría Alonso Ancira, CEO de Altos Hornos de México (AHMSA) , quien estuvo fugado del país desde 2003, pero seguía siendo de los 10 empresarios más poderosos de México y con un récord imbatible: la deuda privada más grande de América Latina, unos 2,300 mdd.

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En mayo de 1999, se declaró en suspensión de pagos con una ley tan laxa que no requería que la empresa pusiera el plazo para cumplir con esa deuda. Buscado por Banamex, Bank of America, Inverlat, Société Générale, Bancomer, Chase Manhattan Bank, JPMorgan, entre otros bancos, con una persecución fiscal impulsada hasta por el propio presidente Vicente Fox, Ancira decidió huir a un destino sin extradición con México: Israel.

Vía Skype, seguía manejando los negocios de la mayor acerera del país, que tenía –bajo esa ley– la oportunidad de mantenerse en marcha, vendiendo, invirtiendo y dando empleo a 17,000 personas en Monclova.

En 2004, con un buen ojo minero, redescubrió en el desierto de Neguev las minas de cobre de Timna, que, según datos bíblicos, eran las minas del rey Salomón. Estaban abandonadas porque, supuestamente, ya estaban agotadas. Ancira importó a sus mejores ingenieros desde Coahuila, que confirmaron que ese hueco en la montaña (que conecta Israel con Jordania) estaba tan lleno de cobre que sigue siendo la mayor mina de este metal de Medio Oriente. Hizo amistad con el entonces primer ministro Shimon Peres. Tanto que, cuando salió la primera placa de cobre, escribió sobre ella: “Del rey Salomón al rey Ancira”.

Lo conocí ya de regreso en Coahuila a finales de 2018. Los bancos, 10 años después, habían vendido su deuda casi como basura y recuperaron monedas apenas. El caso no lo alejó de los negocios. Fumando un puro me contaba del Proyecto Fénix, una inversión de 13,000 mdd en minas y en la propia acerera, para aumentar en 40% la producción. “¿Alguna vez pagará lo que resta de su deuda?”. “Claro, estamos en un gran momento”, me dijo desde su lujosa oficina en la planta de AHMSA, donde las instalaciones trabajaban sin descanso.

En 2013 inauguró con el presidente Enrique Peña Nieto este proyecto. Un año después vendió a Pemex Agronitrogenados, por 475 mdd, cuando no valía más de 50 mdd. De esta operación salieron sobornos supuestamente pagados al exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, aún detenido por esta causa.

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En 2019, acusado de corrupción y lavado de dinero, se volvió a fugar del país, pero fue detenido pocos meses después en Palma de Mallorca, desde donde fue extraditado. Negoció con la administración de Andrés Manuel López Obrador hace dos años abandonar la cárcel a cambio de devolver 216 mdd a Pemex.

Hace pocas semanas se anunció la posible venta de Altos Hornos a Villacero o a Cargill por unos 500 mdd. Al momento de nuestra entrevista en 2008, AMHSA estaba valuada en 12,000 mdd. La deuda por su libertad (de la que solo pagó la mitad), la falta de crédito de la CFE y los precios del acero le están orillando a vender la empresa que obtuvo en 1992, en pleno proceso privatizador de Carlos Salinas de Gortari.

Hace 15 años me dio su primera entrevista tras regresar al país. Me encantaría que me volviera a invitar a Monclova, para que me diera su última antes de abandonar AHMSA.

Nota del editor: Bárbara Anderson es editora, columnista y speaker de negocios y finanzas. Activista de los derechos de personas con discapacidad; dirige yotambien.mx, un sitio de noticias sobre inclusión. Síguela en Twitter como @ba_anderson Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente a la autora.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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