En mayo de 1999, se declaró en suspensión de pagos con una ley tan laxa que no requería que la empresa pusiera el plazo para cumplir con esa deuda. Buscado por Banamex, Bank of America, Inverlat, Société Générale, Bancomer, Chase Manhattan Bank, JPMorgan, entre otros bancos, con una persecución fiscal impulsada hasta por el propio presidente Vicente Fox, Ancira decidió huir a un destino sin extradición con México: Israel.
Vía Skype, seguía manejando los negocios de la mayor acerera del país, que tenía –bajo esa ley– la oportunidad de mantenerse en marcha, vendiendo, invirtiendo y dando empleo a 17,000 personas en Monclova.
En 2004, con un buen ojo minero, redescubrió en el desierto de Neguev las minas de cobre de Timna, que, según datos bíblicos, eran las minas del rey Salomón. Estaban abandonadas porque, supuestamente, ya estaban agotadas. Ancira importó a sus mejores ingenieros desde Coahuila, que confirmaron que ese hueco en la montaña (que conecta Israel con Jordania) estaba tan lleno de cobre que sigue siendo la mayor mina de este metal de Medio Oriente. Hizo amistad con el entonces primer ministro Shimon Peres. Tanto que, cuando salió la primera placa de cobre, escribió sobre ella: “Del rey Salomón al rey Ancira”.
Lo conocí ya de regreso en Coahuila a finales de 2018. Los bancos, 10 años después, habían vendido su deuda casi como basura y recuperaron monedas apenas. El caso no lo alejó de los negocios. Fumando un puro me contaba del Proyecto Fénix, una inversión de 13,000 mdd en minas y en la propia acerera, para aumentar en 40% la producción. “¿Alguna vez pagará lo que resta de su deuda?”. “Claro, estamos en un gran momento”, me dijo desde su lujosa oficina en la planta de AHMSA, donde las instalaciones trabajaban sin descanso.
En 2013 inauguró con el presidente Enrique Peña Nieto este proyecto. Un año después vendió a Pemex Agronitrogenados, por 475 mdd, cuando no valía más de 50 mdd. De esta operación salieron sobornos supuestamente pagados al exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, aún detenido por esta causa.