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Hablemos de los efectos negativos del 'nearshoring'

El 'nearshoring' podría contribuir a aumentar la desigualdad socioeconómica en México.
vie 28 julio 2023 06:08 AM
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Si bien la inversión extranjera debe ser bienvenida, no se puede pasar por alto que podría dejar al país vulnerable a los cambios en la economía global y a las decisiones corporativas de empresas multinacionales, apunta Bertha Martínez-Cisneros.

(Expansión) - Con seguridad, el nearshoring seguirá creciendo en popularidad en México. Se convertirá en una nueva oportunidad para atraer inversiones al país debido a las empresas que buscan optimizar sus cadenas de suministro, bajo la creciente demanda de agilidad y flexibilidad en el entorno mundial. Pero este auge de inversión extranjera podría traer consigo una transformación acelerada que debe vigilarse con atención, para que no genere situaciones que resten al desarrollo de nuestro país.

La adopción del nearshoring puede traernos un déficit en la fuerza laboral y un aumento en el costo de la vida en algunas regiones del país, al provocar un incremento en la desigualdad socioeconómica. También genera una mayor dependencia económica de los mercados internacionales y un impacto negativo en el medio ambiente. Es crucial examinar críticamente estos efectos para abordarlos de manera efectiva y promover un desarrollo sostenible y equitativo en México.

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Con la llegada de más y más empresas a nuestro país, las compañías tanto nacionales como extranjeras podrían enfrentar escasez de talento y mano de obra, si no se aumenta el número de mexicanos que se incorporen a la población económicamente activa en ciertas regiones del país. Literalmente tendrán que competir por contratar empleados y lidiar con la constante rotación de trabajadores que “brincan” de una empresa a otra. De acuerdo con Catch Consulting, en 2021 se consideraba que ya habíamos alcanzado el 90% de empresas de manufactura que no puede cubrir totalmente sus puestos de trabajo.

Las ciudades en las cuales se instalan las empresas están aumentando su costo de vida. En Tijuana, el costo de la vivienda se elevó 12%; en Ciudad Juárez, 8.3%; en Monterrey, 9%; y en Saltillo, 8%, según cifras de la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF). En conjunto, las rentas industriales y de vivienda también han aumentado en estas ciudades con alta vocación industrial.

Sin duda, el nearshoring podría contribuir a aumentar la desigualdad socioeconómica en México. Si bien algunos estados como Nuevo León, San Luis Potosí, Coahuila y Baja California han experimentado un crecimiento económico significativo debido a la inversión extranjera que están recibiendo y son punteros en la recepción de nuevos proyectos, otras regiones se han quedado rezagadas. Es clara la concentración de la inversión, especialmente cerca de la frontera con Estados Unidos. Estamos hablando de disparidades regionales, en donde se dejaría de lado a comunidades enteras, sin acceso a los beneficios de esta tendencia.

La dependencia excesiva del nearshoring puede obstaculizar el desarrollo de otros sectores económicos y limitar la diversificación de la economía mexicana. Por consecuencia, también significa para el país una mayor dependencia económica. Si bien la inversión extranjera debe ser bienvenida, no se puede pasar por alto que podría dejar al país vulnerable a los cambios en la economía global y a las decisiones corporativas de empresas multinacionales. Las fluctuaciones económicas o una nueva reubicación de las cadenas de suministro lograrían un impacto devastador en las economías locales, afectando la estabilidad económica del país en general.

Finalmente, debe tomarse en cuenta el desafío del agotamiento de los recursos naturales y el impacto ambiental negativo que el aumento de la producción y la actividad industrial asociada al nearshoring pueden tener. El suministro y la administración de agua, al igual que de electricidad, ya son un tema sensible. De igual manera, la contaminación del aire en zonas metropolitanas ha llegado a niveles de contingencia ambiental. Es preciso no comprometer la sostenibilidad en el largo plazo por aprovechar el “momento mexicano”.

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Si bien el nearshoring en México está brindado beneficios económicos, es crucial reconocer y abordar los efectos colaterales que esta práctica puede ocasionar en el país. Estos desafíos deben ser enfrentados de manera integral. Es esencial promover políticas y regulaciones que fomenten un incremento en la base laboral, que promuevan una distribución más equitativa de la inversión en el territorio y fomenten la diversificación económica. Además, se deben implementar medidas para mitigar el impacto ambiental y promover prácticas empresariales sostenibles.

El nearshoring no debería ser simplemente una estrategia basada en una posición geográfica y en la reducción de costos operativos y logísticos debido a la cercanía con los principales mercados, sino también una oportunidad para construir una economía sólida y equitativa. Es responsabilidad tanto de las empresas como de los distintos niveles de gobierno trabajar en colaboración para maximizar los beneficios del nearshoring mientras se minimizan sus efectos negativos. Solo así podremos alcanzar un desarrollo económico sostenible en México.

Nota del editor: Bertha Martínez-Cisneros es profesora-investigadora en Cadenas de Suministros Sostenibles, Logística Inversa, Comercio Transfronterizo y Economía Circular de CETYS Universidad. Síguela en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente a la autora.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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