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Imparcialidad, la clave indiscutible para el éxito

No es tarea fácil, pero es esencial “cambiar el chip” y combatir la discriminación sistémica y los estereotipos de género negativos que están bien arraigados a los diferentes sectores empresariales.
vie 04 agosto 2023 06:13 AM
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Es importante que juntos luchemos por los objetivos individuales y generales para que logremos que el mundo del mañana tenga una sociedad con una cultura sólida en diversidad e inclusión, apunta Lourdes Ramírez.

(Expansión) - La escritora estadounidense Donna Maltz insiste en uno de sus libros que “cuanto más polarizados nos volvemos, más débil se vuelve la humanidad”. Sin duda: la sociedad actual se diferencia de aquellas en el pasado por resaltar que está compuesta por integrantes con rasgos únicos y grupos defensores de causas diversas, pero también se caracteriza por estar fragmentada y favorecer a los moldes tradicionales. En el caso de las empresas, ¿estas han logrado extinguir la polarización en su interior? No hay un manual de pasos a seguir, pero… ¿qué pueden hacer para conseguirlo, fortalecerse y predicar con el ejemplo?

En primer lugar, creo que es esencial establecer que la atención debe ponerse simultáneamente en todos los niveles de la organización, empezando por los equipos de liderazgo. En particular, hasta hace poco casi todos los ejecutivos dentro de las compañías demostraban estar abiertos al diálogo, pero solían poseer mentalidades rígidas y no estar plenamente sensibilizados o conscientes de la situación de inequidad presente en sus empresas.

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Hoy, poco a poco, estamos migrando hacia un panorama donde cada uno de los miembros de una organización es verdaderamente tomado en cuenta por los directivos de alto nivel. Tales ejecutivos, además, son cada vez más heterogéneos y ponen el ejemplo al resto de sus colaboradores.

Aunque en México y el mundo queda un largo camino por recorrer para garantizar que se trate de figuras dispares y muy únicas, los avances han sido notables. Por un lado, por ejemplo, el 38% de los puestos de alta dirección hoy está ocupado por mujeres (Grant Thornton, 2022). Por otro, el gobierno ha mostrado interés por el tema al destinar 374,831 mdp a la lucha por la igualdad de género y la erradicación de la violencia y la discriminación (CIEP, 2023).

No es tarea fácil, pero es esencial “cambiar el chip” y combatir la discriminación sistémica y los estereotipos de género negativos que están bien arraigados a los diferentes sectores empresariales. Ha llegado la hora de señalar las desigualdades estructurales que enfrentan los empleados, en particular las mujeres: perspectivas de carrera reducidas, salarios desiguales, altas expectativas de trabajo doméstico y mayor probabilidad de ser víctimas de acoso.

Tras identificar estos nudos, un siguiente paso sería poner sobre la mesa temas que solían pasarse por alto: las oportunidades profesionales, la familia y el balance de vida. Respecto a las primeras, el ya conocido techo de cristal que existe en muchas corporaciones es lo primero a derribar. Los puestos de trabajo rinden más frutos si son ocupados por personas poseedores de una preparación académica destacada e ideas innovadoras que cambien el panorama: da igual el género que posean o las preferencias que tengan.

En cuanto al papel de la familia, se ha demostrado que otorgar mayor flexibilización de horarios a madres y padres para que éstos la atiendan es un paso hacia adelante en la efectividad de resultados. Los empleados, hombres y mujeres, no tienen que estar físicamente presentes en todo momento para garantizar el correcto funcionamiento de los equipos.

En términos del equilibrio de vida, y en relación con los padres y madres de familia, está claro que una empresa exitosa es aquella que entiende que sus colaboradores son seres humanos: complejos y multifacéticos. Sin duda, la parte profesional de sus vidas puede tratarse de aquella en la que se concentran por necesidad o placer; sin embargo, resulta fundamental entender que también necesitan tiempo con sus familias o para actividades sociales, así como que cada caso es único. Si una compañía promueve esta armonía, estará fomentando – además – el que se viva un bienestar integral en su interior: físico, mental y emocional.

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Por último, la educación es la mejor manera para que las empresas puedan alcanzar la equidad y ser agentes de cambio en la sociedad. Educar sin estereotipos de género, impulsar a las personas a superarse sin importar el área laboral donde se encuentren y darles las herramientas para que sepan que todos tenemos los mismos derechos.

Entendamos que esta lucha por la plena equidad – de género, racial, social, identidad de género u orientación sexual – no sucede sólo en un momento en el año. Se procura, fomenta y celebra todos los días. Aprendamos a escuchar alejándonos de los prejuicios y las polarizaciones, comencemos intentando hacer conciencia nosotros mismos y comenzando a sensibilizar a aquellos a nuestro alrededor.

Es importante que juntos luchemos por los objetivos individuales y generales para que logremos que el mundo del mañana tenga una sociedad con una cultura sólida en diversidad e inclusión.

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Nota del editor: Lourdes Ramírez es Directora de R&D Mars Wrigley LAN. Síguela en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente a la autora.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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