Sin dejar de abordar el tema de salud pública y las terribles carencias que durante la pandemia vivimos en México (que estamos muy lejos de ser Dinamarca), todos y todas necesitamos de algún servicio que nos ayudara a tener “bienestar” en medio del encierro que nos hizo enfrentar a nuestros propios “demonios”. Por eso, este sector económico tuvo un crecimiento exponencial y lo sigue teniendo al día de hoy.
Brujos del marketing
La salud emocional es algo de lo que se habla poco, pero impacta en todos los aspectos de nuestras vidas y puede derivar en graves problemas de salud mental. Hace poco pregunté a personas cercanas a mí, qué tipo de ayuda han recibido o buscado y detecté que la mayoría no acudió a una terapia psicológica, sino a terapias alternativas, como la lectura del tarot, la mano, el péndulo, sumergirse en tinas de agua con hielo, biodescodificación, constelaciones familiares, barras de access consciousness, e incluso “limpias” o brujería.
Todas estas ofertas de servicios han crecido como la espuma en el mar y son opciones para quien busca un remedio a sus afecciones, penas, tristezas, ansiedad, enojos, desamor o crisis económica.
Sin entrar en polémica, de si son o no efectivas, para mí ha sido una grata sorpresa encontrar un alto nivel de profesionalismo en su marketing. Los gurús o facilitadores utilizan efectivamente (con o sin conocimiento de causa) las cuatro P’s de la mercadotecnia; precio, producto, promoción y plaza.
Principalmente se promocionan a través de redes sociales y utilizan hábilmente el algoritmo a su favor. La mayoría de sus servicios son digitales, aunque algunos (por sus dinámicas) sí tienen que ser en persona. También se apoyan en redes sociales como Instagram para agendar sesiones con clientes de todo el mundo. En la mayoría de los casos cobran por anticipado y el precio de sus honorarios es similar al de un médico especialista; cobran entre 500 pesos y 1,200 pesos mexicanos.
Tomemos el caso de las barras de access consciousness, suponiendo que un “facilitador” logre un promedio de tres sesiones diarias individuales, su nivel de ingreso mensual puede llegar a ser hasta de 30,000 pesos, trabajando sólo cinco días a la semana.
Otro caso de análisis es el de las terapias de constelaciones familiares, teoría del psicoanalista Bert Hellinger, que pueden ser sesiones individuales o grupales. Cada una dura aproximadamente tres horas con un costo promedio de 2,500 pesos. Por ejemplo, si un terapeuta organiza dos sesiones grupales en un mes con 10 personas por grupo, estamos hablando de un ingreso de 50,000 pesos mensuales. ¿Nada mal, no?