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Frío, enfermedades invernales y vacunas

Aunque el Covid-19 ha dejado de ser una emergencia sanitaria, sigue siendo un asunto de salud pública.
mar 12 diciembre 2023 06:09 AM
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En días pasados Cofepris emitió el Registro Sanitario para las vacunas contra SARS-CoV2 desarrolladas por Moderna y Pfizer/Biontech, que pone fin al uso de emergencia, permitiendo su comercialización. Sin duda, una buena noticia, apuntan Juana Ramírez y Fernando Castilleja.

(Expansión) - Cada año durante esta época, millones de personas pasan por cuadros respiratorios molestos y recurrentes. Para la mayoría será alguna gripa común que a lo mucho llegará a sinusitis. Usar medicamento antigripal y en algunos casos un antibiótico usualmente resuelve el problema. De hecho, era común escuchar que la gripe “con siete días de medicina o una semana de líquidos” se resolvía. Hoy los primeros síntomas nos hacen pensar en influenza o Covid-19 y con ello, el uso de pruebas diagnósticas para descartar o confirmar.

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En efecto, estábamos relativamente tranquilos y solo poníamos atención en las personas más susceptibles, como los adultos mayores o los fumadores. En 2010 la epidemia de influenza H1N1 nos dió una probadita de lo que implicaba una infección viral de carácter masivo, aunque aún la palabra pandemia solo existía en las películas o en algún reporte periodístico sobre virus raros en China o Medio Oriente.

Las noticias que nos invadieron sobre la infección respiratoria aguda que se presentó en la ciudad de Wuhan en China en los últimos meses del 2019 parecían ser una de las ya comunes en los diferentes medios de comunicación en años anteriores. Wuhan es una gran ciudad donde, desde 1956, se encontraba el laboratorio de virología de la ciudad y desde el 2015 estaba en operaciones allí el primer laboratorio chino con nivel cuatro de bioseguridad. Ahí se originó “el caldito de murciélago” que podría al mundo de cabeza.

Impresas con fuego en la memoria están las imágenes de la gente derrumbándose en las calles, las historias de terror en los hospitales con filas interminables de enfermos ansiando un poco de aire, el uso de pociones, medicinas y suplementos que detonaron un mercado negro de falsas esperanzas. Transfusiones de plasma y antiparasitarios se convirtieron en la conversación de todos los días entre expertos de la salud, de la política y hasta de la farándula. Miles de familiares que hoy deberían estar aún con nosotros fueron la factura de un mundo desbordado por el desconocimiento de eso que en el aire nos mataba de asfixia y de la lamentable politización de una crisis que debió atenderse exclusivamente desde la ciencia.

Aunque rápidamente supimos el nombre del enemigo: SARS CoV2 - Covid 19, el comportamiento epidemiológico del virus era insospechado. No sabíamos si se transmitía por la comida, por el agua, por las sartenes, las manijas de las puertas o los zapatos.

Mientras estábamos aislados y rociábamos desinfectantes a todo y a todos y los profesionales de la salud trabajaban sin descanso en los hospitales públicos y privados, los científicos de múltiples instituciones académicas y farmacéuticas unieron sus esfuerzos en colaboraciones nunca antes vistas con un propósito común: encontrar la vacuna que protegiera a la humanidad de este agente infeccioso tan brutal como maravilloso desde la óptica de su estructura biológica.

Así fue como a mediados de 2020 se escuchaban los primeros resultados de los estudios de fase II e inicios de fase III que daban cuenta de vacunas que utilizaban técnicas previamente desarrolladas para tratar el cáncer, tal como la hoy famosísima tecnología de RNA mensajero.

En un tiempo inédito y con aprobaciones globales en fast track de los gobiernos de múltiples naciones, incluido México, vacunas como la desarrollada por Pfizer/BioNTech, Moderna y AstraZeneca, aprobaron su uso de emergencia. La aprobación de esta primera vacuna Covid-19 basada en RNA mensajero supuso un punto de inflexión científico para la humanidad. A medida en que avanzó la inmunización pudimos retornar a nuestras actividades.

Pero el esfuerzo no paró ahí. Hace algunos meses varias farmaceúticas sometieron ante las agencias regulatorias como la FDA, EMA en Europa y la Cofepris en México, la solicitud de registro sanitario de la vacuna monovalente para Covid-19 específica para el sublinaje Ómicron XBB. 1.5, que es la variante predominante en el mundo actualmente. En septiembre pasado, la FDA aprobó la solicitud para la formulación 2023-2024 de la vacuna de Pfizer contra Covid-19 incluyendo datos preclínicos que demuestran alta seguridad y eficacia contra múltiples sublinajes circulantes del Ómicron.

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En México, en octubre, el comité de nuevas moléculas de Cofepris evaluó la información técnica y científica de la vacuna contra SARS-CoV2 y emitió una opinión favorable para las desarrolladas por Moderna y Pfizer/Biontech. En días pasados finalmente emitió el Registro Sanitario para ambas vacunas, que pone fin al uso de emergencia, permitiendo su comercialización. Sin duda, una buena noticia.

Aunque el Covid-19 ha dejado de ser una emergencia sanitaria, sigue siendo un asunto de salud pública. Por eso es importante mantener el esfuerzo por poner al alcance de las personas una opción de vacuna segura y eficaz.

Especialmente en esta temporada otoño-invierno en que el virus del SARS-COV 2 (junto con el de la influenza, neumococo, RSV, etc.) todavía representa un peligro, en especial, para grupos vulnerables, como los adultos mayores y quienes viven con un sistema inmune debilitado por enfermedades crónicas como obesidad, diabetes, hipertensión, enfermedades pulmonares, cardiovasculares, cáncer o VIH. Además, la alta movilidad, la sobrepoblación de algunos centros urbanos y la prevalencia incremental de enfermedades crónico degenerativas, son un caldo de cultivo propicio para la aparición de nuevos brotes de contagio.

Con el avance del frío también veremos el incremento de pacientes con enfermedades respiratorias, lo que hace indispensable contar con campañas de información y concientización para entender que no ha acabado la conversación.

Por eso en Expansión preparamos dos episodios especiales de Health Café, dedicados a la temporada invernal con una invitada experta: la Dra Yéssika Moreno, Directora Médica para América Latina de Pfizer. En el primer episodio hablamos de las medidas de prevención y explicamos por qué es necesario utilizar vacunas actualizadas a las nuevas variantes del virus, como las que acaban de ser aprobadas y que seguramente estarán disponibles en las próximas semanas en el país. En la segunda parte de este especial hablaremos de diagnóstico y tratamiento de las enfermedades invernales.

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Notas del editor:

Esta columna es parte del serial 'El futuro de la salud' de Health Café .

Fernando Castilleja es médico internista y experto en Medicina de estilo de vida e innovación en Salud. Profesor de la Escuela de Medicina del Tec de Monterrey desde hace 20 años. Co-founder de NuupHealth y CEO de Genethic Services. Mentor Endeavor, McCombs Business School en UT Austin, HealthIDS y Nodos Binacionales de Innovación de CONACYT. Síguelo en @FCastillejaMD y/o en LinkedIn .

Juana Ramírez es fundadora, CEO y Chairwoman de Grupo SOHIN. Presidenta de la Fundación Guerreros. Emprendedora Endeavor. Presidenta del Consejo Directivo de la Asociación de Emprendedores de México. Autora de la iniciativa “Medicina con M de Mujer”. Maestra universitaria en la UP y el IPADE Business School. Síguela en @JuanaSohin y/o en LinkedIn .

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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