Hoy no se busca ofrecer a los mexicanos avances significativos que nos acerquen a los países que integran el primer mundo, se desprecia la tecnología y se apuesta a desmedidas obras de infraestructura, aunque, desde su planeación, acusen evidente inviabilidad. El aeropuerto y la Línea 13 del Metro, denominado Tren Maya, no llegarán lejos, apenas hasta donde los enormes subsidios y transferencias permitan que operen. Con el tiempo, el primero será una gran terminal de carga, excedida e ineficiente, y las vías del segundo serán tragadas por la selva.
La absurda dilapidación del erario federal alcanza proporciones delictivas, por lo que resulta vital el mantener el poder, sin embargo, no estará al alcance de la siguiente administración financiar los delirantes espejismos, ya que fue todo un lustro dedicado a crear boquetes al presupuesto, y no alcanzará a cubrirse, siquiera, el voraz consumo de recursos que ocasiona el asistencialismo. El tabasqueño no sólo lo sabe, sino que ha diseñado los programas de forma que nadie más los pueda pagar, y no falte quien añore las dádivas. Piensa que la desatención de los programas enaltecerá su imagen, por eso, ha sentado las bases para que ello suceda.
Hay quienes piensan que podría sucumbir ante la tentación de la reelección, pero él mismo cerró esa posibilidad, sabe perfectamente que es cuestión de tiempo para que todo se desmorone, y ni en sueños pagará los platos rotos. Él apostó a un solo sexenio, dado que busca, antes que cualquier otra cosa, pasar a la historia. Su avanzada edad, su maltrecho estado de salud, pero, sobre todo, su hoy advertida incapacidad para mantener el engaño por más tiempo, lo hace ansiar el retiro.
Su gran preocupación, claro, es que la maldición del último año lo alcance. Teme que suceda algo que lo hunda, y que le robe un lugar de privilegio en los libros de texto. Por eso, a diferencia de los años anteriores, estará atento a lo que le diga su cortesano gabinete. La primera muestra es la expropiación, que, a destiempo, llevó al cabo de una planta de producción de hidrógeno . Bartlett lo engañó desde el primer día, no sólo respecto a su supuesta capacidad para dirigir y administrar una empresa, sino en cuanto a que se acomodaría al proyecto de la 4T. El desfalco en la CFE es colosal; la destrucción de valor irreversible, y el retroceso en el sector de proporciones históricas.
Tuvo que dedicarse a rescatar la derruida estructura de transmisión y distribución, pero, en su lugar, se puso a inventar proyectos en los que sus cercanos llenaran las alforjas.
Lo que sucede en Pemex es a tal grado aberrante, que no se sabe si pudiera ser el libreto de una tragicomedia, o simplemente la bitácora de un manicomio, en el que nadie sabe quiénes son los pacientes, ni quién se encuentra a cargo. El problema es mucho mayor a lo que se ha podido saber, han blindado el más grande atraco a las finanzas públicas de la historia reciente. Aunque hay que decir que en el hoyo negro denominado Dos Bocas, pura lengua Tabasco, cooperó, de manera decidida, la secretaria de Energía, a quien más vale hacerse de fuero. Lo que sucede en altamar, con el conocimiento, tolerancia y hasta complicidad del consejo de administración, podría ser el mayor escándalo de corrupción de lo que va del siglo XXI.
La frase preocupante que emplea el de Macuspana es: ya no queda tiempo. De forma que llegó la hora para medidas desesperadas como lo es la expropiación, la censura, el decomiso, la confiscación y otras figuras que están en el inconsciente de todo autócrata. Dice que no hay cortapisa a la libertad de expresión, cuando pasó de negar la venta de papel, a exhibir a quien opina en su contra en la picota que instauró en el salón de la Tesorería.
Será el más pobre sexenio en crecimiento promedio del PIB, pero eso no será todo, aún no comienza el proceso de acercamiento de costas en el comercio internacional, cuando ya comenzó a arrebatar violentamente instalaciones que su equipo no pudo desarrollar. Poco se sabe, pero todo comenzó con el típico proceso autoritario de venta forzada, el cual desembocó con un decreto expropiatorio.