Ser el primero que lanza un producto novedoso, ir a la ofensiva en una carrera de atletismo o un partido de futbol, muchas veces pueden ser una buena estrategia, pero no siempre.
Curiosamente la misma sabiduría popular nos da el cliché que contradice al refrán que te puse al inicio, ¿sabes cuál?, ese que afirma: “No por mucho madrugar amanece más temprano”.
Quiere decir que en otras circunstancias no es tan conveniente ser el primero. Spotify es el líder en la industria de la música, pero no fue el primero. Ese fue Napster, y al haber sido disruptivo aportó mucho a que hoy no tengamos que comprar un disco completo para escuchar nuestra canción favorita, pero el que se hizo más exitoso aprovechó la experiencia y el fracaso de muchos otros. Piénsalo en el deporte, en una carrera de atletismo, no ser el primero puede dar mejor resultado, en ocasiones, especular, ir atrás del líder y atacar en la última vuelta te puede dar la victoria; igual que en futbol, puede ganar un equipo que en vez de ir al ataque decide esperar y esperar, dejar que el rival se descuide y contraatacarlo.
Lo que sucede es que buscamos clichés permanentemente, verdades absolutas y universales, esperamos los pasos, la receta única, la forma de hacerlo, pero es importante partir de que cada situación es diferente, que cada cuerpo es diferente y por lo mismo, la misma dieta no funciona para todas las personas.
Cuando empezamos un año, como ahora el 2024, que lleva solo algunas semanas, hay un cliché muy común: plantear nuestros propósitos. Esos propósitos pueden ser bajar de peso, ahora sí hacer ejercicio, dejar de tomar, trabajar más, ahorrar más, generar más dinero, ser más sociable, no ser tan fiestero, volverte monógamo, ahora sí tener pareja. Seguro ubicas esos y otros. Una gran cantidad de veces, esos propósitos, que más que propósitos son como deseos cliché, duran unas semanas, quizá ahora que estés leyendo esta columna ya estás olvidando los que dijiste con las uvas el 31 de diciembre.
Es una bonita tradición ¿no?, tener deseos, plantear propósitos y comer 12 uvas. Pero muchas veces no aporta nada a mediano plazo, así que quiero proponerte otros clichés para mentalizarte en este arranque de año. Porque ¿sabes una cosa?, “un cliché saca otro cliché”. Aquí te los dejo, y después de leerlos, ya decidirás si estas ideas hacen sentido para tu arranque de 2024.
1. El que mucho abarca poco aprieta
En vez de 12 propósitos, plantéate una prioridad, no tiene que ser para todo el año, tú eliges el periodo, el ciclo. Por ejemplo, este es el año de la salud. Este es el ciclo de aprender a generar dinero. Esta temporada mi prioridad es generar vitalidad. Ya que tienes cuál es tu prioridad, entonces ya puedes “colgar” de esa, dos o tres metas relacionadas con tu prioridad. Si tu prioridad es la salud, a lo mejor te pones una meta de nutrición, otra de ejercicio y listo. A mí me gusta plantearme metas cortas, logrables, que me den confianza para ir por metas más grandes, pero quizá tú prefieras metas más grandes o ambiciosas, más aspiracionales, ¿cuál es la forma correcta? Elige el cliché que te funcione mejor: piensa en grande, plantéate pequeños pasos, etc., o quizá puedas hacer una que combine ambas, “plantéate pequeños pasos para lograr cosas grandes”.