El 28 de abril se celebra el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo. Una fecha que nos invita a repensar qué está pasando en los ambientes laborales y cuáles son los riesgos a los que se exponen los colaboradores en México.
Reflexiones en el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo
En un país donde el trabajo es una parte fundamental de la vida diaria de millones de personas, la seguridad y la salud en el entorno laboral son aspectos cruciales que merecen atención y acción constante. El reciente informe del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) revela una realidad alarmante: en el transcurso del año pasado, se registraron 352,000 accidentes laborales en México. Esta cifra, aunque preocupante por sí sola, adquiere una mayor relevancia al considerar las posibles repercusiones en la vida de los trabajadores y en la productividad de las empresas.
Ante este panorama, resulta esencial abordar el tema desde diferentes perspectivas, comprendiendo tanto las causas de estos accidentes como las posibles soluciones que puedan implementarse para prevenirlos. En este sentido, la voz de expertos como Irais Ortiz, experta en Ciencias en Salud Ocupacional, Seguridad e Higiene y asesora externa de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), arroja luz sobre la importancia de tomar medidas proactivas para garantizar la seguridad y el bienestar de los colaboradores en sus lugares de trabajo.
Los colaboradores y las empresas deben trabajar en conjunto en la implementación y el respeto de los protocolos de seguridad no puede pasar desapercibido. En un entorno donde la prevención debe ser el primer paso y la piedra angular de cualquier estrategia de gestión de recursos humanos, la adopción de normativas como la ISO 45001 representa un paso fundamental hacia la mejora de los controles y protocolos de seguridad en los lugares de trabajo.
Sin embargo, implementar estas medidas no es tarea fácil. Requiere un compromiso constante por parte de todas las partes involucradas, desde el director general a la cabeza, seguido por su cúpula de directivos, pasando por los mandos medios hasta los trabajadores de base. Por esta razón, el desafío es doble: no solo se trata de establecer normas y procedimientos, sino también de fomentar una cultura de seguridad que impregne cada aspecto de la vida laboral.
Es importante reconocer que muchos de los accidentes laborales son el resultado del incumplimiento de protocolos de seguridad por parte de los propios colaboradores. Retomando cifras del IMSS, a cierre del 2023 se reportaron un total de 352,000 accidentes de trabajo, de los cuales 44,154 se registraron en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México; 40,410 en el estado de Jalisco y 23,802 en Nuevo León.
En este sentido, Irais Ortíz, que además es consultora Safety Test de Midot México, afirma que la toma de conciencia y la educación juegan un papel fundamental en la prevención de riesgos laborales. Los programas de formación y capacitación deben ser una prioridad para las organizaciones, asegurando que todos los colaboradores estén debidamente informados y preparados para enfrentar los desafíos que puedan surgir en su entorno laboral.
El análisis de la experta sobre la distribución cultural en México proporciona una visión valiosa de la situación actual. El hecho de que una parte significativa de la población evaluada tenga una alta probabilidad de sufrir un accidente laboral subraya la urgencia de tomar medidas preventivas de manera inmediata. Sin embargo, también es alentador ver que un porcentaje considerable de trabajadores muestra un buen nivel de conciencia sobre seguridad, lo que sugiere que se están logrando avances en este sentido.
Es fundamental comprender que la prevención es la mejor estrategia para abordar el problema de los accidentes laborales. Esto implica no solo la implementación de normativas y procedimientos, sino también la adopción de una mentalidad proactiva que ponga la seguridad y el bienestar de los trabajadores en primer plano. En otras palabras, las herramientas de prevención, como la ISO 45001 y otras iniciativas de responsabilidad social empresarial, son herramientas valiosas que pueden ayudar a reducir los riesgos y mejorar las condiciones de trabajo.
Sin embargo, como señala la experta, todavía queda mucho por hacer. Aunque se ha observado una disminución en el número de accidentes registrados ante el IMSS en los últimos años, el hecho de que sigan ocurriendo es motivo de preocupación. Reducir estas estadísticas requiere un esfuerzo conjunto de todos los actores involucrados, desde las empresas y las autoridades gubernamentales hasta los propios trabajadores.
Por eso la seguridad y la salud en el trabajo son temas que no pueden ser subestimados. Requieren una atención constante y un compromiso firme por parte de todos los implicados. Solo a través de una colaboración activa y un enfoque proactivo podemos garantizar que los lugares de trabajo sean seguros y saludables para todos.
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Nota del editor: Matías Carrocera es analista de comunicación y negocios. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones expresadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.
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