Los modelos económicos globales han enfocado sus esfuerzos en ofrecer productos y servicios, optimizando procesos para maximizar tanto la experiencia del cliente como las ganancias. Sin embargo, el crecimiento sostenible de los negocios ha requerido regulaciones que abarquen toda la cadena de suministro, prácticas laborales justas y medidas para mitigar el impacto ambiental.
Plataformas de pago deben incluir la meta del fomento de un comercio equitativo
Con el objetivo de destacar la importancia de mantener prácticas éticas y una constante vigilancia en el tema, se establece el 13 de mayo como el Día Mundial del Comercio Justo, el cual nos invita a reflexionar acerca de cómo podemos generar riqueza a lo largo de la cadena, cuidando los derechos humanos, generando prácticas comerciales justas y con medidas basadas en una estrategia de Responsabilidad Social Corporativa, ya que esto trae beneficios para todos, permitiendo mantener una cadena productiva y positiva para la compañía y su entorno.
Para entender un fragmento de la población vulnerable en el contexto nacional, datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía ( INEGI ) señalan que, en el transcurso del año 2023, aproximadamente 2.3 millones de individuos, lo que representa el 3.9% de la fuerza laboral, estuvieron involucrados en actividades relacionadas con negocios familiares o labores en parcelas. Estos individuos desempeñaron un papel crucial en los procesos productivos al contribuir de forma directa, aunque no recibieran una compensación monetaria formal por sus esfuerzos. Esto nos dice que un eslabón de la cadena que se dedica principalmente a la elaboración de materias primas y sector agropecuario, laboran sin una paga formal, pudiendo ser una causa la incertidumbre de los precios de sus productos y su penetración en el mercado.
En la actualidad, hemos sido testigos de cómo el comercio electrónico ha abierto un camino hacia la igualdad de oportunidades, permitiendo a los productores y las personas al frente de emprendimientos familiares, vender directamente al consumidor y ampliar su margen de ganancias, al mismo tiempo que mantienen precios competitivos. De esta manera, fomentar el crecimiento de los pequeños comerciantes se presenta como una prioridad para avanzar hacia un comercio más equitativo, impulsando acciones productivas y responsables, y por consiguiente, asegurar su sostenibilidad.
A la par de estos nuevos canales electrónicos, las plataformas de pago han sido actores clave en la democratización del comercio de todo tipo de bienes y servicios, impulsando que la población con diferentes características y situaciones económicas pueda promover sus productos y recibir de manera directa, rápida y segura el pago por los mismos, ya que la liquidez y agilidad de estos métodos facilita y promueve la continuidad de estos emprendimientos.
De esta manera, dentro de la evolución de las soluciones de pago, se han incluido innovaciones que brindan una ventaja para aquellos comercios que están comenzando o que aún son muy pequeños. Estas ventajas permiten que más personas puedan acceder a una variedad de ofertas comerciales potenciando la oportunidad de compra. Un ejemplo de esto es el innovador BNPL (Compra ahora, pague después, por sus siglas en inglés), en la que una persona puede acceder a un bien o servicio y pagar por este en plazos determinados.
Ante estas transformadoras propuestas la tendencia es clara: brindar la oportunidad de negocio mediante diferentes métodos para agilizar la transacción con una visión centrada en el cliente, ya que, al brindar y acelerar estos procesos, los pequeños comerciantes encuentran un piso más parejo frente a los grandes y experimentados jugadores que tienen más tiempo en el mercado, además de encontrar una ruta más directa hacia el consumidor.
Hace unos años era inimaginable encontrar en un mercado ambulante o de artesanías, algún método de pago que no fuera el efectivo. Sin embargo, en la actualidad, cada vez son más comunes opciones innovadoras como pagos con tarjeta, enlaces de pago, códigos QR y otros. Estas alternativas ofrecen a los comerciantes, que antes dependían únicamente del efectivo, nuevas oportunidades para incrementar las posibilidades de venta inmediata.
Desde esta perspectiva, el progreso de las plataformas de comercio electrónico y los sistemas de pago, así como el curso de esta innovación, deben incluir en sus metas el fomento de un comercio equitativo. Esto implica estimular el desarrollo de los emprendedores y facilitar una competencia donde los negocios, incluso los pequeños, puedan ingresar al mercado de manera competitiva. Al proporcionar opciones seguras y convenientes de retribución, estos pequeños negocios podrán ampliar sus oportunidades de venta y reforzar su liquidez, estableciendo una conexión directa con los consumidores. Aunque la adopción generalizada de estos canales puede llevar tiempo, es evidente que estamos avanzando hacia un comercio más equitativo y justo, donde todos los participantes de la cadena de valor tienen la posibilidad de crecer y prosperar.
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Nota del editor: Alejandro Pineda cuenta con 42 años de colaboración en BBVA México, figurando como pieza clave en las estrategias y acciones del segmento retail, destacando su experiencia en los negocios con tarjetas de crédito, préstamos personales y nómina, medios y sistemas de pago, entre otros. Actualmente, se desempeña como CEO de Openpay. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.
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