Las mipymes tienen también un rol fundamental en las diferentes industrias, aunque su contribución es más significativa en algunas de ellas. En nuestro país, más de la mitad del valor de los sectores de consumo, servicios profesionales, alojamiento, alimentos, construcción, transporte y comercio minorista, son generados por estas empresas. Desde la perspectiva de creación de empleo, también se suma el sector manufactura.
A pesar de la importancia que tienen las mipymes en México y a nivel global, estas empresas presentan un desafío de productividad en comparación con las empresas grandes. Si esta brecha de productividad se redujera, podría significar una creación de valor relevante para estos negocios y para la economía. Para poner en contexto esta brecha, a nivel mundial es de casi 50%, número similar a la de México con 53%, y que se contrasta con el promedio de otras economías emergentes con un 71%.
Reducir esta brecha de productividad equivale al 3.7% del PIB de México, situación similar al valor potencial para economías avanzadas (5%), y menor al de economías emergentes (10%). Este potencial varía según el país debido a las diferentes condiciones económicas subyacentes. Depende de la estructura de cada industria, así como de la naturaleza específica de los cuellos de botella existentes para el crecimiento y en qué medida se abordan para lograr la estructura económica óptima.
México vería este crecimiento principalmente en industrias como la minería, manufactura de alimentos, bebidas y automóviles, comercio minorista e ingeniería civil.
¿Cómo alcanzar este potencial de crecimiento?
Ninguna mipyme opera en un vacío. Sus perspectivas de crecimiento están moldeadas por sus interacciones con otras empresas. Estas interacciones pueden ser mutuamente beneficiosas, creando una situación de "ganar-ganar" para empresas pequeñas y grandes. Esto se demuestra con mipymes que operan como un negocio B2B, es decir que venden a otros negocios.
Estas empresas B2B interactúan estrechamente con otras empresas, a menudo más grandes, como parte de sus cadenas de suministro. A nivel mundial, las mipymes B2B presentan una brecha de productividad más estrecha con las grandes empresas que las B2C, que son las que venden principalmente a individuos.
El rendimiento superior de las mipymes B2B se puede atribuir tanto a un sesgo de selección, ya que los clientes empresariales tienen expectativas más altas de sus proveedores, como al hecho de que estas empresas más pequeñas pueden beneficiarse de las lecciones aprendidas trabajando con empresas más grandes.