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¿Cómo alcanzar el potencial de crecimiento de las mipymes?

Ninguna mipyme opera en un vacío. Sus perspectivas de crecimiento están moldeadas por sus interacciones con otras empresas.
vie 05 julio 2024 05:59 AM
emprendedor SE
Las micro, pequeñas y medianas empresas, son y seguirán siendo, una parte fundamental de la economía en México y en el mundo, apunta Marina Cigarini.

Las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) presentan una brecha de productividad de 53%. Cerrar esta brecha es equivalente a 3.7% del PIB, y podría lograrse al trabajar de la mano con las empresas grandes.

No es ningún secreto la importancia que tienen las mipymes para la economía de México. Un estudio reciente del McKinsey Global Institute (MGI) estima que estas empresas contribuyen con el 54% del Producto Interno Bruto (PIB) y representan más del 70% de los empleos. Para ponerlo en perspectiva, cuando se compara con otras economías, se observa que las pequeñas empresas de nuestro país tienen una mayor contribución al PIB que las de otras economías en desarrollo, como Brasil, Nigeria e India, y una participación similar a las de economías avanzadas, como España y Japón.

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Las mipymes tienen también un rol fundamental en las diferentes industrias, aunque su contribución es más significativa en algunas de ellas. En nuestro país, más de la mitad del valor de los sectores de consumo, servicios profesionales, alojamiento, alimentos, construcción, transporte y comercio minorista, son generados por estas empresas. Desde la perspectiva de creación de empleo, también se suma el sector manufactura.

A pesar de la importancia que tienen las mipymes en México y a nivel global, estas empresas presentan un desafío de productividad en comparación con las empresas grandes. Si esta brecha de productividad se redujera, podría significar una creación de valor relevante para estos negocios y para la economía. Para poner en contexto esta brecha, a nivel mundial es de casi 50%, número similar a la de México con 53%, y que se contrasta con el promedio de otras economías emergentes con un 71%.

Reducir esta brecha de productividad equivale al 3.7% del PIB de México, situación similar al valor potencial para economías avanzadas (5%), y menor al de economías emergentes (10%). Este potencial varía según el país debido a las diferentes condiciones económicas subyacentes. Depende de la estructura de cada industria, así como de la naturaleza específica de los cuellos de botella existentes para el crecimiento y en qué medida se abordan para lograr la estructura económica óptima.

México vería este crecimiento principalmente en industrias como la minería, manufactura de alimentos, bebidas y automóviles, comercio minorista e ingeniería civil.

¿Cómo alcanzar este potencial de crecimiento?

Ninguna mipyme opera en un vacío. Sus perspectivas de crecimiento están moldeadas por sus interacciones con otras empresas. Estas interacciones pueden ser mutuamente beneficiosas, creando una situación de "ganar-ganar" para empresas pequeñas y grandes. Esto se demuestra con mipymes que operan como un negocio B2B, es decir que venden a otros negocios.

Estas empresas B2B interactúan estrechamente con otras empresas, a menudo más grandes, como parte de sus cadenas de suministro. A nivel mundial, las mipymes B2B presentan una brecha de productividad más estrecha con las grandes empresas que las B2C, que son las que venden principalmente a individuos.

El rendimiento superior de las mipymes B2B se puede atribuir tanto a un sesgo de selección, ya que los clientes empresariales tienen expectativas más altas de sus proveedores, como al hecho de que estas empresas más pequeñas pueden beneficiarse de las lecciones aprendidas trabajando con empresas más grandes.

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En el caso de México, algunos de los subsectores con mayor potencial, como manufactura de alimentos y bebidas, están en dominios donde las empresas grandes del país tienen un buen nivel de productividad, por lo que crear lazos comerciales con ellas impulsaría el desarrollo de las empresas más pequeñas. Otros subsectores están en dominios donde empresas grandes y pequeñas presentan un mal desempeño. En estos casos, invertir en la mejora de su infraestructura y capacidades beneficiaría a empresas de todos los tamaños.

Sin duda, las micro, pequeñas y medianas empresas, son y seguirán siendo, una parte fundamental de la economía en México y en el mundo. Por lo tanto, dejar atrás una perspectiva de adversarios y crear lazos de colaboración entre empresas de diferentes tamaños, generaría el máximo crecimiento sostenible e inclusivo para la economía del país.

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Nota del editor: Marina Cigarini es Managing Partner en McKinsey & Company México. Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente a la autora.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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