Es bueno establecer ciertos parámetros para estar más saludables. Dejemos de lado tanto el tema de la vanidad; enfoquémonos en estar en forma, previniendo enfermedades que pudieran dejar secuelas graves o convertirse en compañeros de vida. Seguro más de uno hicimos el propósito de bajar de peso, ¡pues a cumplirlo! De ese sencillo ejercicio de autodominio vendrán otros como la disciplina y la constancia.
En el plano profesional, casi será un poco lo mismo: revisar si nos estamos acercando a lo que nos hace felices, si realmente vamos caminando hacia un crecimiento o si estamos estancados, limitados o poco valorados. Estas son buenas señales para emprender el vuelo. No todo es negativo: si estás trabajando en un espacio que genera una verdadera superación profesional, te encuentras en el lugar adecuado, y sería bueno ver con ojos de gratitud esas oportunidades.
Ahora viene un punto fundamental: la relación con las finanzas personales. Destinemos un tiempo para establecer esa meta que ayudará a mejorar otros aspectos de nuestra vida, desde la salud, al no tener el estrés financiero propio de quien está megaendeudado.
Aprovechemos que andamos con el espíritu de Año Nuevo para romper un par de mitos, y es algo que, a lo largo del tiempo que me he dedicado a las finanzas personales, veo con sorpresa que existen dos tabúes importantes. El primero es no hablar de dinero con nuestra familia, pareja o hijos. No tiene nada de malo y, por el contrario, ayudará a entender la situación financiera por la que estamos atravesando. Incluso más: volvemos una práctica sana entre los más jóvenes.
El segundo, este no lo podía creer, pero es así: muchas personas se sienten avergonzadas por deber o tener deudas. Esto tampoco debe llevar algún calificativo. Muchas veces se juntaron varios elementos que originaron esta situación y, como en otro tipo de circunstancias, para salir es necesario pedir ayuda. Así no te sentirás solo y podrás hacer frente a tus deudas. Yo recomendaría, en primer lugar, recurrir a tu institución para llegar juntos a una solución.
Es fundamental romper estos dos mitos. Mientras más hablemos del tema, ayudaremos a tener una mayor difusión sobre la salud financiera y cómo alcanzar la libertad que estamos buscando. También ayudará a no juzgar a las personas con deudas o estigmatizarlas.
Para cerrar esta colaboración, me gustaría recordar ciertos elementos que nos ayudarán a crecer realmente este año.
El primero: cada uno de nosotros traza su felicidad. Vivir en libertad requiere tomar las riendas y ser responsables de nuestras decisiones, dejar de depender de elementos externos y volcarnos un poco más hacia nosotros mismos, no de forma egoísta, sino por un verdadero amor propio que podremos irradiar a los demás.