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Experiencia del cliente ante la IA. Inversión y adopción para la competitividad

La incorporación de Inteligencia Artificial y el análisis de datos han dejado de ser una opción para convertirse en una necesidad estratégica.
vie 21 marzo 2025 06:00 AM
La experiencia del cliente en la era de la IA. Inversión y adopción necesaria para la competitividad
Es importante considerar que, si bien la automatización aporta agilidad y precisión, el reto radica en mantener la cercanía y la empatía que los clientes esperan, apunta Stefan Jensen.

Hoy es una realidad: vivimos en un mundo cada vez más digitalizado. Para los usuarios, esto representa la posibilidad de mantenerse conectados, en un entorno de completa inmediatez.

Aunque lo anterior representa múltiples ventajas de las que muchos somos testigos, esto ha traído también un escenario en donde las expectativas de los consumidores evolucionan constantemente. Así, las empresas de servicios enfrentan un desafío ineludible: mejorar la experiencia del cliente de manera continua y eficiente.

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Para muchos sectores, incluidos el sector asegurador que es donde me desempeño, la confianza y la cercanía son elementos clave, pero hacerlo con la rapidez en que lo solicitan los usuarios se ha vuelto crucial. La incorporación de Inteligencia Artificial (IA) y el análisis de datos han dejado de ser una opción para convertirse en una necesidad estratégica.

Invertir en la experiencia del cliente, un diferenciador en la competitividad

Durante muchos años, considerar la experiencia del cliente como un pilar al que se le destinan una amplia cantidad de recursos ha sido fundamental en la estrategia de cualquier negocio. En términos prácticos, eso se debe a que un cliente satisfecho no solo renueva su confianza en la empresa, sino que también es una potencial recomendación para sus conocidos.

En este círculo virtuoso de buen trato al cliente, satisfacción y elección, en la actualidad, la diferenciación para las compañías ya no depende únicamente de la oferta de productos o los precios, sino de la capacidad de anticiparse a las necesidades de los clientes y brindar soluciones ágiles y personalizadas.

La inversión en tecnología es un factor determinante para lograrlo. A través de un análisis más inmediato de sus necesidades y la atención en todo momento, el uso de herramientas avanzadas, como la IA y el data intelligence, permite transformar la manera en que se diseñan e implementan los servicios, otorgando mayor valor a cada interacción con el cliente a través de una mejor interpretación, seguimiento y, en algunos casos, predicción.

Un paso hacia una mayor asertividad

El análisis de grandes volúmenes de información en tiempo real permite conocer a fondo el comportamiento y las expectativas de los clientes. Gracias a la inteligencia artificial, es posible identificar patrones y generar modelos predictivos que optimizan la toma de decisiones, permitiendo a posiciones como la fuerza de ventas y de atención a los clientes enfocar sus esfuerzos en mejorar la experiencia desde el complemento a las habilidades que hoy la inteligencia artificial no tiene.

De manera específica, la compañía que no invierte en esto hoy se pierde de la oportunidad de avanzar en la personalización de productos y servicios, asegurando que cada cliente reciba exactamente lo que necesita en el momento adecuado.

Por otro lado, la digitalización de los canales de atención ha transformado la manera en que compañías, como en mi caso las aseguradoras, interactúan con sus clientes. La automatización mediante chatbots y asistentes virtuales ha reducido los tiempos de espera y mejorado la eficiencia en la gestión de consultas.

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El reto de la humanización en la era digital

De manera reciente, tuve la oportunidad de ser parte del CX Forum, enfocado en explorar, desde distintos puntos de vista, la manera en que la incorporación tecnológica se ha vuelto la columna vertebral de muchas áreas enfocándose en entregar un servicio centrado en el cliente.

Sin embargo, es importante considerar que, si bien la automatización aporta agilidad y precisión, el reto radica en mantener la cercanía y la empatía que los clientes esperan. La clave está en encontrar un equilibrio entre la tecnología y el trato humano. Los sistemas de IA deben estar diseñados no solo para optimizar procesos, sino también para fortalecer la relación entre clientes y empresas, ofreciendo experiencias fluidas, intuitivas y personalizadas. De manera simple: deberían, más que sustituirnos, permitirnos entregar un mejor servicio a los clientes.

El uso de los datos y de la IA como herramienta de interpretación, comunicación y ayuda en la toma de decisiones; no es solo una tendencia, sino un camino imprescindible para construir relaciones de largo plazo basadas en la confianza y el valor agregado.

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Nota del editor: Stefan Jensen es Group Chief Client Officer y Subdirector General Corporativo de Clientes de MAPFRE, en Madrid, España. A lo largo de su trayectoria en la compañía, ha contribuido con una sólida experiencia en liderazgo y gestión en diversas áreas y geografías, siendo pieza clave en el crecimiento y éxito de MAPFRE a nivel global.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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