A medida que el panorama económico se transforma hacia una dinámica retadora en 2025, es necesario mirar de primera mano la resiliencia y el dinamismo de las empresas familiares en nuestro país. En total, las 500 empresas familiares más grandes del mundo generan un estimado de 8.8 billones de dólares en ingresos, equivalentes a la tercera economía más grande del mundo, solo por detrás de Estados Unidos y China. Lo anterior, según datos del Índice Global 500 de Empresas Familiares 2025 de EY y la Universidad de St. Gallen. Esta estadística no es solo un número; representa la columna vertebral de la economía.
Las empresas familiares, un pilar de la economía mexicana

En México, las empresas familiares son contribuyentes a la economía y son la base de las comunidades. Con 15 empresas incluidas en el Índice —ocho de ellas en el top 200, incluyendo gigantes como América Móvil y Grupo Bimbo—, en conjunto las empresas familiares mexicanas listadas generan ingresos de 188,000 millones de dólares. El comercio minorista y los productos de consumo, así como la minería y la manufactura son los sectores más populares para las empresas mexicanas en el ranking, con Grupo México, Alfa, Chedraui, Arca Continental, Elektra, Soriana, Lala, Bachoco, Orbia y Peñoles entre las empresas más notables.
Las transacciones en un momento clave
Pero, ¿qué es lo que distingue a las empresas familiares? Su capacidad para adaptarse, una visión a largo plazo y, sobre todo, el compromiso, son elementos que las ayudan a prosperar en entornos en constante cambio. Casi la mitad de las empresas del Índice participaron en fusiones y adquisiciones (M&A) en los últimos dos años, lo que demuestra un enfoque proactivo para promover el crecimiento. En México, también vemos esta tendencia reflejada en las empresas, que no solo buscan expandirse, sino que se están posicionando estratégicamente para enfrentar desafíos y aprovechar oportunidades de diversificación.
Las actividades de fusiones y adquisiciones a menudo se ven a través de una lente de riesgo, pero para las empresas familiares, representan una oportunidad para innovar y crecer. La agilidad que poseen las empresas familiares les permite tomar decisiones rápidas, aprovechando un conocimiento de la industria y relaciones sólidas. Esta adaptabilidad es crucial en el complejo panorama del mercado actual, donde la capacidad de actuar rápidamente puede significar la diferencia entre el éxito y el estancamiento.
La importancia del legado
Además, el legado de las empresas familiares juega un papel importante en su éxito. Un tercio de las empresas del Índice cuentan con un legado de más de un siglo, lo que deja claro que estas organizaciones se basan en la confianza y la visión a largo plazo. En México, tenemos nuestros propios ejemplos de empresas que han prosperado durante generaciones, lo que demuestra que un enfoque en la sostenibilidad y la participación comunitaria puede producir resultados duraderos. Una sólida cultura corporativa que prioriza el bienestar y el compromiso de los empleados fortalece un sentido de pertenencia y lealtad, lo que puede conducir a una mayor productividad y menores tasas de rotación. En un mercado tan competitivo donde las empresas luchan por retener al talento más preparado, esto es crucial.
Las empresas familiares también tienen una ventaja única cuando se trata de fomentar la innovación. Su visión a largo plazo les permite invertir en investigación y desarrollo, fomentando nuevas ideas que pueden transformar las industrias. En un mercado en rápida evolución, esta apuesta por la innovación es esencial. Permite a las empresas familiares mantenerse a la vanguardia, adaptarse a los cambios en las preferencias de los consumidores y adoptar nuevas tecnologías.
De cara al futuro, es esencial reconocer el potencial de las empresas familiares para impulsar el crecimiento económico y la creación de empleo. Con más de 25 millones de personas empleadas por las empresas familiares más grandes del mundo, estas organizaciones son entidades económicas y parte integral del tejido social de nuestra sociedad.
El futuro de México
En nuestro país, la contribución de las empresas familiares al empleo es particularmente significativa. Si bien las pymes son el motor de nuestra economía, todas las empresas familiares han empezado como pequeños negocios, como emprendimientos y proyectos locales. Estas compañías crean puestos de trabajo en diversos sectores, desde el comercio minorista y la manufactura hasta la agricultura y los servicios. Al invertir en sus comunidades, las empresas familiares ayudan a construir economías locales resilientes que pueden hacer frente a los desafíos globales.
En conclusión, no se puede negar la fortaleza de las empresas familiares en México y en todo el mundo. Son un testimonio del poder de la resiliencia, la adaptabilidad y la visión a largo plazo. A medida que continuamos navegando por las complejidades de la economía mundial, celebremos y apoyemos a nuestras empresas familiares, reconociendo su papel vital en la configuración de un futuro próspero para todos.
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Nota del editor: Manuel Solano es Socio Director para EY México y Socio Director Regional para EY Latinoamérica. Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente al autor.
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