La Inteligencia Artificial (IA) ya es una realidad en el entorno laboral en México, y su adopción se acelera tanto entre profesionales como en organizaciones. Hoy, 57% de los colaboradores afirma usarla en su día a día y 4 de cada 10 empresas han integrado alguna solución basada en esta tecnología. Esta transformación nos invita a reflexionar sobre cómo aprovechar el potencial sin sacrificar la calidad, la ética y la equidad en los procesos de reclutamiento y selección de talento.
Equilibrio entre eficiencia y criterio humano en el uso de la IA en la selección de talento
En nuestro estudio “Inteligencia Artificial en el empleo: usos, retos y principios para una selección ética” encontramos un contraste significativo entre el entusiasmo por la eficiencia en este proceso de recursos humanos y la cautela ante los posibles riesgos. Para los candidatos, la tecnología representa una ventaja tangible: 66% afirma que mejora su experiencia de búsqueda, especialmente al redactar o mejorar su CV, localizar ofertas más rápido y optimizar su perfil profesional. Sin embargo, este avance plantea también una incertidumbre, ya que 3 de cada 10 candidatos solo confían en sus resultados si está validada por un profesional de recursos humanos.
Del lado de las empresas, la adopción avanza también con rapidez, por ejemplo, la IA generativa ya está presente en 67% de las organizaciones; los chatbots, en 48%; y la automatización de procesos, en 34%. En recursos humanos, 8 de cada 10 empleadores que utilizan IA, lo hacen para reclutamiento, apoyándose en herramientas que facilitan la redacción de vacantes, el filtrado de candidatos, las entrevistas en video y la generación de preguntas clave. La tendencia es clara, en los próximos años, 7 de cada 10 empresas planean fortalecer aún más estas capacidades.
Si bien la IA se traduce en procesos más ágiles, menos sesgados por intuiciones personales y capaces de analizar gran volumen de información, no reemplaza la dimensión humana que define un proceso de selección justo y confiable. La supervisión experta no solo reduce riesgos, también construye legitimidad frente a los candidatos. Validar resultados, interpretar matices, comprender el contexto organizacional y tomar decisiones finales siguen y seguirán siendo tareas humanas.
Los datos del estudio respaldan esta necesidad: 60% de los encuestados considera indispensable que la IA sea complementada por profesionales en recursos humanos. Estas expectativas marcan un estándar ético que no se puede ignorar si queremos que la tecnología fortalezca la confianza en el mercado laboral.
Lograr este equilibrio requiere asumir una responsabilidad doble, por un lado, adoptar soluciones tecnológicas que verdaderamente incrementen la eficiencia y calidad del reclutamiento, por el otro, garantizar que estas herramientas se implementen bajo principios de uso justo y responsable, con equipos capacitados, algoritmos supervisados para detectar sesgos y decisiones alineadas con los valores organizacionales.
También debemos reconocer que la cultura digital es ya un factor decisivo para el talento. Los profesionales están desarrollando nuevas habilidades impulsadas por la IA, desde análisis de datos hasta producción de contenido, automatización y colaboración. Esto redefine la forma en que las organizaciones evalúan el talento, pero también cómo los candidatos se preparan para competir en un entorno cada vez más tecnológico.
Como líderes empresariales, debemos asegurarnos de que la tecnología sume sin sustituir y que agilice sin deshumanizar. La IA tiene el potencial de transformar el reclutamiento en un proceso más eficiente y predictivo, pero su mayor valor emerge cuando se combina con la sensibilidad, el criterio y la experiencia humana.
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Nota del editor: Alejandra Martínez es Responsable de Estudios del Mercado Laboral de Computrabajo México. Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente a la autora.
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