Detroit: Become Human, cuando el cine se hace videojuego
En el año 2038, las máquinas y la inteligencia artificial serán más que asistentes digitales en nuestros móvil o robots de rostros amigables. Se trata de un futuro en el que androides humanoides se han convertido en los creadores de nuevas industrias, ayudantes incansables en todos los sectores, tomadores de empleos y, por supuesto, los iniciadores de una nueva revolución contra su principal opresor y enemigo: el ser humano.
Aunque la premisa detrás del nuevo juego del desarrollador francés Quantic Dream, Detroit: Become Human (D:BH) es un cliché sobre ese futuro en el que la tecnología, la inteligencia artificial y los robots se salen del control de los seres humanos, provocando caos, violencia y muerte, el juego para la consola PS4 marca un hito en el proceso de producción y manera de contar una historia al más estilo Hollywood.
Similar otros títulos de Quantic Dream, como Heavy Rain o Beyond Two Souls, en D:BH el jugador controla diversos personajes en secuencias animadas en las que tendrán que responder a diálogos, movimientos o acertijos con base en su mejor criterio.
Contrario a ser un juego lineal en el que jugador debe avanzar por un escenario cumpliendo una serie de requisitos específicos, en D:BH el juego no se detiene y cada una de las decisiones –por simples que estas parezcan– conlleva una consecuencia que determinará el avance, supervivencia de los mismos personajes centrales o incluso el final de la trama.
La idea detrás de los títulos de Quantic Dream es tratar de crear una experiencia inmersiva a fin de que el jugador sienta que está viendo una película en la que tiene la posibilidad de decir las acciones de los tres personajes centrales que controla.
A diferencia de otras películas o juegos sobre los peligros detrás de la inteligencia artificial y los androides, en D:BH la trama no se centra en la lucha de los seres humanos, sino en la visión de los androides, y los abusos, odio y discriminación que sufren a manos de sus amos. Así como el dilema detrás de conceptos como libertad y libre albedrío-.
Aunque, el juego tiene algunos problemas de cámara y en algunos momentos los diálogos o personajes tienden a ser aburridos, el desarrollo de Detroit: Became Human ha sido uno de los más ambiciosos para la industria de los videojuegos.
De acuerdo con su director y escritor, David Cage D:BH tomó más de cuatro años de desarrollo, tan solo la historia requirió cerca de años de trabajo y un guión con más de 2,500 páginas y la participación de cerca de 250 actores que interpretaron a más de 512 personajes.
Para su desarrollo fue necesario mapear de forma tridimensional a cada uno de los actores ejecutando sus diálogos y movimientos. El “rodaje” tomó cerca de 324 días, más de 35,000 tomas de cámara y técnicamente hablando requirió la creación de más de 70,000 animaciones y el compilado de cinco millones de líneas de código.
Quantic Dream confirmó a medios como Wired y LeMonde que el juego tuvo un costo de desarrollo cercano a los 37 millones de dólares, cifra que podría elevarse a 50 millones de dólares al contemplar campañas de marketing y promoción ahora que el título está disponible en el mercado.