¿Cuándo veremos autos autónomos en México?

CIUDAD DE MÉXICO (Expansión) - La posibilidad de que México pueda desarrollar y adoptar los coches autónomos se ve aún como una posibilidad lejana para el país, aunque expertos recomiendan que el gobierno aborde este tema de modo urgente pues este mercado ya es una realidad.

“Es muy posible adoptar autónomos pero estamos muy lejos de poderlo hacer”, advierte Ignacio García, socio de la práctica de infraestructura de KPMG México en entrevista con Expansión.

De acuerdo con un estudio de KPMG que analiza el nivel de preparación de diversos países para adoptar y masificar los autos autónomos, México se encuentra en el fondo de la tabla de los cuatro indicadores del estudio.

KPMG tomó como indicadores de preparación para adopción de este mercado cuatro aspectos: política y legislación, tecnología e innovación, infraestructura y aceptación del consumidor. Según el reporte, los países más preparados para esta industria son los Países Bajos, Singapur y Estados Unidos.

Sin embargo, García destaca que el punto más débil para México es el hecho de que el país no cuenta con un marco regulatorio adecuado para esta industria actualmente y que a pesar de que los autónomos son hoy en día un tema ampliamente discutido en otras latitudes, el gobierno mexicano no tiene este debate.

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“Ese debate aún no se tienen a nivel federal o estatal y es la principal barrera por la que los desarrolladores no pueden realizar pruebas en México”, dice el analista de KPMG.

La consultora recomendó que México se enfoque en la regulación y la planeación de infraestructura a largo plazo, tanto en redes carreteras y vías de comunicación, así como en el despliegue y renovación de nuevas redes eléctricas para iniciar con este debate.

“El primer paso lo vemos en la planeación de infraestructura, se debe pensar esto para poder recibir este tipo de autónomos, que además en su mayoría son eléctricos y no tenemos las redes de distribución eléctrica para poner redes de de carga en distancias razonables y esto sí le toca a los gobiernos, es decir a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Secretaría de Energía, la parte de ciberseguridad, comunicación inalámbrica”, dice el analista.

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A nivel global, la publicación Harvard Business Review estima que el mercado de autónomos colocará 10 millones de estos autos en 2020 y, dependiendo de sus niveles de adopción, podría generar beneficios como la recuperación de horas hombre, calidad de vida para los ciudadanos y mejoras a la movilidad; sin embargo, algunas de las consecuencias de introducir masivamente esta tendencia tiene que ver con el impacto que tendrá en los empleos, sobre todo, de los transportistas y otro tipo de choferes.

Goldman Sachs reportó que el impacto laboral de los autónomos, en la industria del transporte en Estados Unidos, causaría una pérdida de 25,000 puestos de trabajo al mes; esto cuando la industria alcance un pico de adopción masiva.

REDES PRIVADAS REBASAN AL GOBIERNO

Si bien en México existe un amplio camino por recorrer para la adopción de la conducción autónoma al 100%, algunos actores de la iniciativa privada se han adelantado.

En México, la tecnológica fabricante de autos eléctricos Tesla ya ha montado un total de 1,500 estaciones de carga en el país, con las cuales una persona podría recorrer de la Ciudad de México hasta Texas, en un auto de la firma de Elon Musk recargando su auto en seis puntos nacionales.

Ante esto, García de KPMG advierte que si bien es necesaria la asociación de públicos y privados para el desarrollo de este mercado, considera que la red actual de Tesla no es suficiente para decir que México ha hecho avances sustanciales en la materia, pues se requiere una mayor densidad de estaciones por cada 100 kilómetros.

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La red de supercargadores de Tesla ubica sus estaciones de carga en promedio cada 100 kilómetros y si se conduce uno de estos autos es suficiente para llegar a otro punto de carga, ya que otorgan 594 kilómetros de autonomía.

La distancia, por ejemplo, entre el cargador de Ciudad de México y Cuernavaca, Morelos es de 95.3 kilómetros, mientras que de Cuernavaca a Chilpancingo, Guerrero es de 191 kilómetros.

“El gobierno debería dar las estaciones de carga y las redes de transmisión eléctrica, tendrían que incrementar varias veces su capacidad y que se puedan conectar mucha gente”, dice García.

De cara a la nueva administración del país que encabezará Andrés Manuel López Obrador, García dice que pese a que el país cuenta con muchos otras necesidades y prioridades, es necesario comenzar a discutir esta industria a la par de la reforma energética.

“Es algo que debemos hacer, la realidad está ahí, y tenemos que discutirlo y balancearse con temas como reforma energética, si estamos pensando en abrir refinerías y explotar otros yacimientos es también un tema de finanzas públicas el que queda por ahí para analizarse”, asegura el analista.