¿Quién sí entra a la ciudad inteligente?
(Expansión) – Ves un bache frente a tu casa y con tu celular puedes reportarlo en cuestión de segundos, enviando una foto y la ubicación a alguna agencia del gobierno encargada de recibir y gestionar la información. O puedes reportar un auto abandonado o una fiesta ruidosa o una calle en la que no ha pasado el camión de la basura. Tener una ciudad inteligente no parece tan lejano. Pero… ¿Quiénes tienen acceso a conexión por internet? En México, solo la mitad de los hogares tiene conexión a internet, y aunque hay más de 70 millones de teléfonos inteligentes, la tercera parte de la población no usa la red. ¿Para quiénes serán las ciudades inteligentes?
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El uso de aplicaciones en el celular todavía está muy limitado, dice Rubén Garnica, investigador del Tecnológico de Monterrey Campus Querétaro sobre desarrollo urbano, quien señala que no todas las ciudades tienen la infraestructura capaz de soportar todos los datos que se van a generar con el uso de tecnologías para operarlas y planearlas. “Esto se vuelve una cuestión selectiva, algunos dicen elitista”. Parecería que el que no tiene acceso a internet no tendrá derecho a hacer denuncias o a ver cómo está su trámite.
Garnica ha analizado los avances de Querétaro, donde hay una aplicación para que los ciudadanos reporten fallas en los servicios públicos, como recolección de basura o alumbrado. La aplicación ha ayudado a hacer más eficiente el servicio, pero ahora el reto es lograr que un mayor porcentaje de la población pueda usar estas tecnologías. “El reto en las ciudades inteligentes es cómo superamos la brecha tecnológica”.
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Estas dudas sobre las ciudades inteligentes se han presentado en otros desarrollos. Songdo, que ha servido como modelo de ciudad de inteligente en Corea del Sur, es vista como un ghetto para las clases más pudientes, según lo describió recientemente el periódico Le Monde de París.
Las diferencias en conectividad podrían abrir las brechas entre diferentes ciudades. Según el Inegi, en las áreas urbanas de Sonora, Quintana Roo y la península de Baja California, más de 80% de la población es usuaria de internet, mientras que en Chiapas los usuarios apenas llegan a la mitad de los habitantes de áreas urbanas.
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Aumentar la conectividad “es el tramo que le hace falta al país”, advierte Víctor Carrillo, socio líder del sector público en la consultora Deloitte. Porque la intención de una ciudad inteligente sería generar inclusión de todos sus habitantes.
Romper esas barreras ayudará a avanzar en otros indicadores de servicios urbanos, explica Alan Gómez, director de sustentabilidad corporativa de CitiBanamex y miembro del grupo de trabajo de Ciudades Sustentables del Centro de Estudios del Sector Privado para el Desarrollo Sustentable (Cespedes). Si el objetivo de una ciudad inteligente es lograr que la vida urbana sea más sustentable, entonces todavía hay mucho camino por recorrer, dice: “Las evaluaciones que hemos hecho nos demuestran que difícilmente una ciudad en el país se puede considerar sostenible”.
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“Hemos encontrado que las ciudades no están avanzando ni capitalizando las oportunidades que ofrece la tecnología”, dice Gómez, al referirse a las mediciones que ha hecho Cespedes junto con el Centro Mario Molina, el Instituto Mexicano para la Competitividad y el Laboratorio Nacional de Políticas Públicas (LNPP) del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE).
Las ciudades que pueden innovar son las tres más grandes, además de algunas medianas como León y Mérida, considera Gómez. “Son las que tienen realmente la oportunidad de capitalizar las ventajas tecnológicas en seguridad, transporte público, protección civil y eficiencia en el uso de los recursos naturales”.
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